Capítulo 2

631 82 4
                                    

Los hermanos Kaulitz hicieron un hueco entre ambos, indicadole a la pelinegra que se sentase, acción que no dudó en aceptar. Se acomodó, a la vez que las preguntas comenzaban a sonar en el plató.

–Y cuéntanos, Bella, ¿cómo está yendo tú último lanzamiento?

–Genial.– sonrió entusiasmada, sintiendo como ambos hermanos se acomodaban para fijar su mirada en ella. –La gente está acogiendo muy bien este último tema, el cual no estaba muy segura de si sacar o no, ya que tenía bastantes dudas en algunas estrofas. Pero bueno, al final me alegro de haberlo sacado.

–Menos mal que lo has sacado. Además, Tom no para de escucharlo todo el día.– Bill carcajeó, provocando que todos riesen, menos el pelinegro de trenzas.

Bella, por ello, tornó levemente su cabeza para poder mirarlo, cosa que él ya estaba haciendo desde hace un rato. Lo miró con superioridad y con algo de gracia en sus ojos, ya que le había parecido tierno, en parte. Tom rodó los ojos, sin perder esa actitud chulesca que le caracterizaba.

–Así que, Tom, por lo que parece, escuchas mucho su música, ¿no?– el presentador se dirigió a él.

–No, solo he escuchado...– simuló que no tenía ni idea del título de la canción.

505, cariño.– contestó burlona la pecosa, mirándolo con gracia.

Bill volvió a carcajear al visualizar el patético intento de su hermano por llamar la atención de la jóven. Acción que llevó a que la pelinegra comenzase a reírse, mientras conectaba la mirada con la suya, cosa que provocó que riesen aún más. A todo esto, Tom pasó su mirada por ellos, no sin antes resoplar y volver a rodar los ojos. Miró a Gustav y Georg, quienes tampoco pudieron evitar carcajear, al igual que el público.

–Vaya, parece que tengo otro fan más por aquí.– siguió burlándose, posándole la mano sobre su hombro.

–Ni en tus mejores sueños, linda.– Tom contestó, jugando con el piercing de su labio.

El duelo de miradas volvió a estar vigente entre ambos, provocando que la tensión los rodease. Bella no iba a caer en su juego, y Tom, aunque quería todo lo contrario, tampoco caería.

–Desde realización, nos han dicho que hay juegos esta noche.– John, el presentador, habló, cosa que llevó a todos a mirarlo, rompiendo su intenso juego.

–¿Qué juegos?– Gustav inquirió, acomodándose la camiseta.

–El primero es...– abrió el sobre que le habían dado los de realización. –Un "adivina el cantante".– el público vitoreó con ganas, mientras los jóvenes sonreían. –Y es en parejas.– el público estalló en vítores.

–Menos mal que no era el teto.– susurró Bella.

–Entonces iríamos juntos, sin dudarlo, linda.– en el mismo tono, Tom contestó, aproximándose a su oído para que solo ella escuchase.

–Ni en tus mejores sueños, Kaulitz.– lo miró con asco, mientras volvía a centrar su atención en Bill, quien ahora se encontraba hablando.

–¿Y quién hace las parejas?– cuestionó el chico.

–Yo creo que debería hacerlas el público.– la pelinegra pasó su mirada por los integrantes de la banda, para luego dirigirse a los fans. –¿O no?

–¡¡Sí!!– decían ellos, mientras algunos levantaban los brazos, otros se encontraban sonriendo...

–No me parece mala idea.– Tom la apoyó.

–Igual ahora ya no me parece tan buena idea.– añadió burlonamente, provocando la risa de los presentes, menos la del de trenzas, quien la miraba divertido, casi con una sonrisa.

𝐕𝐎𝐋𝐓𝐀𝐉𝐄 | TOM KAULITZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora