• Escenarios traducidos de Tumblr de los personajes del anime y manga blue lock
• No soy dueña de las pequeñas historias,por ende,créditos a sus respectivos creadores
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sae, que tiene una lengua afilada y una actitud aún más aguda para combinar con esa personalidad contundente suya. sae, cuyas palabras queman y chamuscan tu piel, dejando atrás un dolor abrasador que tratas de no mostrar, especialmente cuando el veneno gotea sobre tu piel y te marca con vergüenza, humillación e ira. sae, que nunca te ha hablado como lo hizo en la discusión que tuviste hace dos noches.
desde entonces no habías hablado con él, encogiéndote ante la idea de enviarle un mensaje y comunicarte con él. tus amigos te dicen que deberías tratar de reparar lo que haya pasado, que conociéndoos a los dos, sae probablemente sienta lo mismo y también os extrañe. tu corazón está de acuerdo, pero tu conciencia todavía está un poco marcada, estremeciéndose cuando recuerdas las palabras que fueron lanzadas.
Sae te había enviado algunas publicaciones aquí y allá, como lo hace a veces en Instagram (no son muy divertidas y todavía estás tratando de encontrar una manera de decirle eso), y solo responderías con un doble clic en el mensaje en lugar de una respuesta adecuada. aparte de eso, no se había acercado de ninguna otra manera.
el problema era que esta noche tenías un partido al que asistir, con entradas que están reservadas personalmente para ti, por lo que sería un poco difícil no ir.
solo porque todavía estabas... molesto con él no significa que no lo amabas.
pero te queria ahi? ¿y si no quiere verte? ¿y si todavía está enojado? probablemente es por eso que no ha hecho ningún intento de tratar de hablar y Dios sabe que todavía estás demasiado ocupado luchando contra tus propios pensamientos para dar el primer paso.
realmente es patético, pero cuando itoshi sae es tu compañero y la persona con la que tienes que disculparte... es un poco difícil...
sin embargo, te vas. tus ojos se detuvieron en la camiseta que te había dado, debatiendo si deberías ponértela o no.
decides no hacerlo, saliendo de tu apartamento con la sensación de hundimiento de que era una decisión de la que te arrepentirías. al menos todavía te veías lindo.
Al llegar al estadio, ocupas tu asiento con bastante rapidez, especialmente porque hoy estabas viendo solo. Siempre es desalentador estar solo, especialmente en un entorno como este, pero no quieres que ninguno de tus amigos sea testigo de lo inestables que están tú y Sae en este momento, así que comprar este boleto fue una buena idea.
incluso si eso significaba que tenía que curar su propio aburrimiento desplazándose en su teléfono mientras esperaba que comenzara el partido.
a pesar de tu frente indiferente, tu estómago estaba dando volteretas desde donde temblabas de ansiedad. estaba mostrando el movimiento correcto? ¿Y si no te quisiera aquí?
luego, los locutores del estadio comienzan a hablar, haciendo callar a todos casi de inmediato cuando se presentan los equipos. cada uno corriendo hacia el campo de hierba cuando es su turno, disfrutando de los rugidos y gritos de la multitud que vino a apoyarlos.
cuando sale real madrid, tu mirada se posa de inmediato en la figura de tu novio. aunque no puedes verlo tan claramente, no es difícil identificarlo por su cabello magenta y su complexión; uno que ves prácticamente todo el tiempo (excluyendo los últimos tres días).
está escaneando a través de la multitud, girando la cabeza como si estuviera buscando a alguien, y cuando encuentra la sección vip del real madrid, sus ojos se posan en ti. no puedes verlo con claridad, pero hay un cambio en su figura, su aura se oscurece a medida que aminora un poco sus pasos, quedando atrás de su equipo.
un compañero de equipo tiene que empujar a sae un poco para sacarlo de cualquier depresión en la que estaba y una parte de ti se retuerce incómodamente ante este extraño comportamiento suyo.
todo porque te vio. tal vez no fue la elección correcta venir esta noche. ¿Qué pasa si impactas su juego?
el saque inicial comienza antes de que puedas pensar demasiado en ello y el partido comienza oficialmente, los jugadores corretean por el campo.
Pasaron los 90 minutos antes de que puedas contar, la victoria fue para el Real Madrid (para tu alivio porque gracias a Dios no afectaste a su precioso centrocampista).
sin embargo, donde pensabas que te irías a casa inmediatamente después del partido, parece que Sae tiene otros planes mientras corre hacia las barreras que separan la audiencia y el campo, con los ojos fijos en ti todo el tiempo. te hace señas para que te acerques y, con un poco de vacilación, lo haces, zigzagueando entre la multitud que sale en anticipación de lo que necesitaría.
-"Felicidades por la victoria"-, dices a modo de saludo, poniendo una sonrisa para darle la falsa percepción de que estabas bien. no necesitaba una victoria para ensuciarse. esa sería una manera ruda de terminar un evento tan agradable.
él no encuentra tu sonrisa. en cambio, sus ojos parecen preocupados, las cejas ligeramente fruncidas mientras te mira de arriba abajo una y otra vez, como si sus ojos lo estuvieran engañando.
-"No estás usando mi camiseta"-, dice finalmente, mirándote con confusión clara en sus ojos.
-"Oh"-, miras tu propio atuendo. -"Sí. Decidí no hacerlo"-.
-"¿por qué?"-
-"Bueno, después de nuestra discusión, no sabía dónde estábamos parados"-, confiesas tímidamente. frunce el ceño aún más antes de dar un paso atrás.
luego se quita la camiseta, la que tenía puesta, y la juguetea hasta que queda de cierta manera. tenía una camisa de manga larga debajo pero sin la camiseta, puedes ver que está usando el collar de parejas que recibiste para tu aniversario.
Luego te enhebra la camiseta y, a pesar de estar sorprendido por sus acciones bruscas, cumples de todos modos, metiendo los brazos a través de los agujeros.
sae tararea en señal de aprobación y te sientes un poco asqueroso con su camisa empapada de sudor, pero se ve contento y feliz. un marcado contraste con la expresión preocupada que tenía antes.
abres los brazos para un abrazo. él lo acepta, enrollando sus brazos alrededor de tu torso mientras los tuyos van alrededor de su cuello. el atleta te inhala, disfrutando de la sensación de estar tan cerca de ti después de tanto tiempo.
-"¿estamos bien?"- pregunta, la voz apagada mientras Sae te abraza un poco más fuerte.
-"sí"-, respondes. saca la cabeza de tu hombro, sus ojos indiferentes brillan. crees que son lágrimas, pero no te vas a dar tanto crédito.
-"Te extrañé. Odio cuando estás enojado conmigo"-.
te ríes, presionando un beso en su nariz, haciendo que arrugue la cara ante la sensación. -"No estaba enojado, Sae. Pensé que lo estarías"-.
-"¿Por qué yo?"-
-"No lo sé. Das un poco de miedo, ya sabes. Especialmente para aquellos que te han hecho daño o que no te importan"-.
se ablanda antes de acercar su cabeza a tu hombro nuevamente, encontrando consuelo en tu toque.- "pero tú tampoco lo eres"-.
-"Anotado"-, te ríes, pasando tus manos por su cabello. todo se siente bien de nuevo.
solo descubres después del partido que sae esperaba que vinieras todo el tiempo y que incluso te trajo regalos como una forma de disculparse después del partido.
