Capitulo 8

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Phayu

Los días pasaban tortuosamente lentos al menos para mi, Rain no había asistido si no hasta tres días después y aún así no me dirigía la palabra. Sky me había mencionado que aún necesitaba tiempo para pensar y aún cuando era complemente difícil para mí lo acepte.

Una semana después y mi humor era de la mierda, en palabras de mi amigo Phai y en palabras de Sky me había vuelto un perro que ladraba y gruñia en lugar de hablar.

El fin de semana fue la tortura más grande.

Empezando porque le conté todo a mis padres y pase de ser uno de sus mejores hijos a ser el peor, ninguno me hablaría hasta que no me hiciera responsable y les llevará a su nieto.

Recién el martes recibí un mensaje de texto de un número desconocido con un lugar, día y hora, simple tan simple como la avena que estaba comiendo esa mañana y definitivamente no tenía que preguntar quién era.

-¿Phi?

La voz de Sky me trajo a la realidad nuevamente, así que asentí suavemente dándole a entender que lo estaba escuchando aún cuando la verdad era que no podía pensar en otra cosa que no fuera ese maldito mensaje.

-... por eso deberías hablar con P'Phai.

Gire a ver a Sky pero no podía adivinar que era lo que me había dicho por lo que solo asentí nuevamente sin las más mínimas ganas de escuchar que pelea tuvieron esos dos ahora... Con la poca paciencia capaz los mandaba a un hotel.

-Debo irme Sky pero tendré en cuenta lo que me dijiste.

Sin más me levanté de la mesa y me fui directo a mis clases, ya estaba en el último semestre y debía esforzarme aún más y obtener el mejor puesto en la mejor empresa para poder darle a Rain y al niño absolutamente todo lo que quisieran y más, me encargaría que Rain terminará sus estudios sin problemas ni preocupaciones económicas.

Con eso en mente simplemente esos quince días antes de la fecha del mensaje pasaron en un santiamén y antes de darme cuenta estaba manejando a la dirección del mensaje, recién allí el gusanito de los nervios empezó a hacer de las suyas.

Frente a mi estaba la cafetería más coqueta que había conocido y sin más baje del auto y respirando hondo asegure el par de regalos que llevaba, un oso de peluche y una caja de rompecabezas, no sabía que le gustaría... Mierda ni siquiera sabía su nombre cosa que me gano un par de coscorrones por parte de mi mamá, pero el punto es que tampoco quería llegarle con las manos vacías, cuestión de orgullo supongo.

Entre y me recibió un joven alto quizás de mi edad o mayor que yo quien se presento graciosamente como la recepcionista del lugar.

-Vengo a ver a Rain...

-¿Tu eres entonces el famoso Phayu?

Su cara cambio totalmente de la cortesía a la precaución quizás hasta de hostilidad mientras se giraba levemente para darme paso.

-Vamos que te están esperando en la oficina.

Seguí al chico hasta una oficina atrás de las cocinas, incluso antes de abrir la puerta podía escuchar las risitas infantiles haciendo que mi corazón saltara nervioso.

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