Consecuencias Inesperadas [ BakuTodo ]

1.

La luz del amanecer entraba suavemente por las ventanas de la habitación, llenándola de un resplandor cálido y dorado. Shoto se despertó con una sensación de comodidad envolvente, su cuerpo desnudo acurrucado bajo las sábanas. Había una paz serena en el ambiente, rota solo por el canto distante de los pájaros y el susurro del viento contra los árboles.

Al moverse un poco, Shoto no pudo evitar emitir un pequeño jadeo por el dolor en su cadera, recordatorio de la intensa noche que había compartido con su compañero de trabajo. Era un dolor familiar, una mezcla de fatiga y satisfacción que se había vuelto habitual entre ellos. La misión en Kyoto había sido extenuante, y el sexo era una forma de relajarse, una válvula de escape del estrés acumulado.

En lugar de levantarse de inmediato, Shoto decidió quedarse tumbado en la cama, observando el techo mientras dejaba que los recuerdos de la noche anterior fluyeran libremente en su mente. Shoto llevó su brazo detrás de su cabeza, sus pensamientos vagando sobre lo que haría ese día. Había una serie de trabajos esperándolos ese día.

― ¿No te vas a levantar? ―

La voz ronca y gruñona cerca de su oído hizo que Shoto se estremeciera, sintiendo cómo la adrenalina recorría su cuerpo, acelerando los latidos de su corazón y dilatando sus pupilas. Podrían pasar muchos años, pero nunca se acostumbraría a despertarse con esa voz ronca.

Giró la cabeza hacia su compañero a su lado, encontrándose con Katsuki Bakugo apoyado en el codo, sosteniéndose la cabeza con la mano y mirándolo con una sonrisa maliciosa. La visión de su compañero, también desnudo bajo las sábanas, hizo que Shoto se mordiera el labio inferior, desafiándolo en respuesta.

― ¿Y qué harías si no quiero levantarme? ― retó Shoto, sus propios ojos reflejando una mezcla de diversión y anticipación por lo que Katsuki podría responder.

Katsuki estrechó los ojos, conocido por su personalidad explosiva y su temperamento fogoso, no se echó atrás ni un segundo. Al contrario, lo vio como un reto, algo que encendió una llama aún mayor en su interior. Sus ojos echaban chispas con determinación.

Se acercó a Shoto y tomó su barbilla con mano firme, inclinándola hacia arriba. Sus labios se encontraron rápidamente, y sus besos fueron intensos y llenos de lujuria. Katsuki sentía que aquel momento era un desafío que no podía permitirse perder.

Katsuki se colocó encima de Shoto mientras se besaban, sin interrumpir la intensidad del beso ni un segundo. Con una mano firme, agarró la nuca de Shoto, profundizando el contacto entre sus labios. Katsuki mordió suavemente el labio inferior de Shoto, tirando ligeramente de él, antes de volver a besarle con el mismo deseo ardiente. La cercanía entre sus partes íntimas hizo que la adrenalina recorriera el cuerpo de Shoto, cada roce y movimiento de Katsuki le provocaba oleadas de deseo y excitación.

Katsuki interrumpió brevemente el beso, separándose apenas lo suficiente para mirar a Shoto con ojos centelleantes de deseo. El rostro de Shoto estaba ruborizado, los labios entreabiertos y ligeramente hinchados por el ardiente contacto.