Cuando las estrellas dejen de brillar.

Capítulo 33

Nueva York. Parte 2.

Era mi cumpleaños.

Desde que mi hermana había fallecido y mi papá me abandonara, ningún cumpleaños fue lo mismo. Pasé de tener un día lleno de regalos, felicidad y tiempo con mi familia a estar encerrada en la oscuridad en mi cuarto, lamentándome. Pero estos últimos meses se sentían extraños de una manera agradable. Y después de tantos años, este cumpleaños  lo disfrutaré, siento que lo merezco. 

Desde que desperté, fui recibida por un enorme abrazo y elogios por parte de James, parecía que él estaba más emocionado por mi cumpleaños que yo. Habíamos ido a desayunar y después fuimos a un parque, nos sentamos es unas bancas mientras veíamos a la gente. Después de aquel beso me había quedado con ganas de más, sin embargo, quería guardar la dignidad que me quedaba (la cual era totalmente nula) y no pedirle cada 5 minutos que me besara. Pero de momentos James me robaba algunos besos y eso hacía que se sonrojara furiosamente mientras sentía un zoológico entero en mi estómago.

-¿Haremos algo hoy?- pregunto mientras veo a unos niños alzando un papalote.

-¿Por qué quieres saber?

Lo veo- Curiosidad. 

-Pues sí. Hoy es un día muy especial y tengo el día planeado.

Asiento y volvemos a quedar en silencio mientras vemos a los demás.

- A mi hermana no le gustaba celebrar su cumpleaños pero siempre que era el mío, lo trataba como si fuera el mejor día del mundo. Recuerdo que siempre me hacía vestirme "elegante" y nos pasábamos todo el día juntas. Íbamos a comer helado, jugábamos en el parque y me compraba todos los dulces que quisiera en nuestra tienda favorita- Sentía la mirada de James sobre mí, sin embargo, no lo miré en ningún momento, estaba inmersa en mis pensamientos viendo a aquellos niños-. Me prometió que cuando fuera mayor de edad, ella me llevaría a recorrer todos los lugares que estaba conociendo y los que faltaran los recorreríamos las dos, juntas. 

Sentía mi garganta cerrarse y aquel escozor en los ojos, seguía doliéndome hablar de mi hermana en pasado.

<<Cuando murió, mi sexto cumpleaños ya no fue lo mismo. Ya no había nadie que me protegiera, mis papás cada vez estaban más distanciados. Esa vez recuerdo estar en mi cuarto y escuchar los gritos de mi padres mientras se insultaban y se tiraban cosas, y del miedo me escondí en mi armario hasta el día siguiente.

Finalmente miré a James, él seguía viéndome pero no decía nada y yo agradecí por eso. No había nada que decir, simplemente lo solté. Le sonreí con nostalgia y apoyé mi cabeza en su brazo, suspirando. Me atrajo más a él y me rodeó con su brazo mientras me daba un beso en la cabeza.

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Después de nuestra visita al parque fuimos a algunos museos (realmente bonitos) y dimos con un bazar de comida y artesanías. James me compró un collar con nuestros nombres grabados y varias cositas sabía que me gustarían, tomamos bastantes jugo de manzana y jugamos en unos concursos que habían por ahí.

A lo largo del día, recibí unos cuantos mensajes de felicitaciones. La pequeña pecosa me había marcado y hacía muchas preguntas que no pude responder, también de Camille, Amy y su prima, hasta de mi psicóloga y la esposa de mi papá. A pesar de que lo apreciaba mucho, en el fondo de mi ser esperaba que una persona en especial me felicitara. Sabía que era mucho pedir y nuestra relación no era lo mejor, pero sentía que estábamos avanzando un poco más.

-O tal vez no lo suficiente como para felicitarte.

Traté de borrar ese pensamiento, e inconscientemente como por décima vez vi mi teléfono, viendo mi bandeja de entrada vacía, sin un mensaje de mi madre. La decepción y la tristeza se apoderaba de mí, aunque yo sabía que no iba a ocurrir, en algún lugar recóndito de mi cerebro creía en la esperanza y se aferraba a ella.