O4.

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Y otra vez, otra vez lo estaban haciendo, a pesar de haber dicho que lo iban a olvidar, ni Junhyeon podía resistirse, ni Taerae podía negarse.

Las manos de Junhyeon se deslizaron por la espalda desnuda del contrario hasta alcanzar aquellas finas caderas y tirar de ellas hacia él, poniéndolo en posición.

"Se ve tan bien" Pensaba el castaño, viendo la figura del cuerpo de Taerae, mientras mordía su labio inferior.

A pesar de la impaciencia se dedicó el tiempo de acariciar su piel, la línea de su columna, viendo como Kim se estremecía ante su contacto.

El mayor apoyaba su cabeza sobre el respaldo del sofá con sus ojos cerrados dejándose hacer, con la incertidumbre de cuando sería el momento en que lo tomara, porque estaba tardando bastante.

Sentía caricias por todo su cuerpo, agitándose al sentir como llegaba a sus ya no tan inocentes glúteos que estaban siendo apretados.

Unos segundos después, el menor introdujo un dedo en su interior, dando cómo respuesta un leve jadeo ahogado contra el cuero del sofá. El dedo en su interior se deslizaba cada vez más rápido, dándole placer.

Pero Junhyeon no estaba satisfecho.

Con su otra mano libre, viajó de nuevo por todo su cuerpo hasta alcanzar su nuca y levantar su rostro del sofá, un acto algo brusco, pero dejándose llevar por la excitación.

ーQuiero escucharte ーSusurró Junhyeon con voz grave sosteniendo su nuca.

Kim mordió su labio inferior haciendo lo que su menor quería, pero no sin antes provocarle un poco más.

ーEntonces hazme gemir ーInsinuó como si no fuera suficiente. No sabía cómo era capaz de formular esas palabras, pero desde que tenía estos encuentros con su amigo, muchas cosas estaban cambiando en él.

Junhyeon soltó un leve gruñido y no dudó en prepararse para penetrarlo, lo haría gemir como le acababa de decir.

Agarró su cintura con una mano, y con la otra, sosteniendo su miembro, se preparó para embestirle en escasos segundos, entrando con cierta dificultad al comienzo; pero sin poder resistirse a parar viendo como el mayor jadeaba apretando sus uñas sobre el cuero del sofá.

Se pegó aún más a él, sintiendo como entraba completamente en su interior, golpeando con su cadera los pálidos glúteos del mayor.

Las piernas de Taerae empezaban a debilitarse, cuánto más tiempo pasaba, más perdía su cordura, solo quería sentirse lleno, que Junhyeon lo llenara.

Las caricias de Junhyeon eran adictivas para él, exigía más y más, fácilmente podría acostumbrarse a ellas, como recorrían cada zona de su cuerpo. Esta vez, aquellas manos se pusieron sobre su vientre, elevando su cuerpo para permanecer recto, con el pecho de Jun pegado a su espalda.

ーAntes me habías pedido algo, ¿Recuerdas? ーMencionó el castaño entre gemidos contenidos.

ー¿Mmhg? ーNo era capaz de pensar en nada más que no fuera lo que entraba y salía de él, por lo que no, ahora mismo no lo recordaba.

Hasta que sintió como la caliente mano de Junhyeon rodeó su erecto miembro. Sus embestidas eran más lentas, para poder centrarse en darle un segundo placer. 

Al mismo ritmo, acariciaba aquella longitud, haciendo que Taerae se retorciera entre gemidos, cada vez más altos conforme la intensidad aumentaba. 

ー¡No pares! Aún quiero sentirte más dentroー Exigió el pelinegro que quería que bajara el ritmo de sus embestidas.

Obedeciendo, se encargó de embestirle más rápido sin dejar de demostrarle, el mayor se sentía en el santísimo cielo, aunque Junhyeon no se quedaba atrás.

Hazme un favor! JunraeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora