Llegó otro fin de semana después de las clases y como era la costumbre, los padres de Junhyeon se iban a una casa de vacaciones que tenían a pasar esos dos días, pero no se llevaban a su hijo porque además de ya ser suficientemente mayor como para cuidar de sí mismo, sabían que le encantaba estar con su amigo Taerae y aprovecharían el tiempo para jugar y ver películas juntos.
Era sábado por la mañana y Junhyeon ya estaba llamando por teléfono a su amigo.
—¿Cuándo vienes? Mis padres ya se han ido —preguntó Junhyeon.
—Estoy guardando mi pijama.
—¿Cuántas veces tengo que decirte que te dejo mi pijama?
—Prefiero los míos, los tuyos me quedan grandes — Respondió Taerae.
—Pero si eres adorable con mi pijama.
—Te dejo, cuanto más me entretengas más tardaré en ir a tu casa.
—Que cariñoso eres. Está bien, nos vemos
—Dijo en un puchero Junhyeon.
Junhyeon se recostó en el sofá a la espera de su amigo, poniéndose a pensar. Apenas quedaba un mes para su cumpleaños y aún no tenía novia, pero eso no era lo peor, era virgen y no quería llegar a los 18 siéndolo. Suspiró.
¿Cómo podía Taerae seguir virgen a pesar de haber cumplido 18 hace meses? Se conocían desde los tres años cuando comenzaron la escuela y aún no lo había visto con ninguna chica, siempre estaban juntos y por eso eran mejores amigos.
Pero el timbre lo sacó de sus pensamientos y con energía se levantó a abrir la puerta con una gran sonrisa.
—¡Hola! —Dijo alegremente Jun.
—Hola —Respondió Taerae en un tono un poco más bajo, aunque era normal en él, parecían el Yin y el Yang, pero se llevaban bien.
Junhyeon agarró al azabache del brazo para adentrarlo en su casa y así empezaría otro fin de semana juntos.
Llegó la noche y ya estaban preparados en el sofá para ver uno de sus maratones de películas. Pero con la hiperactividad de Junhyeon, no podía permanecer callado, aunque Taerae ya estaba tan acostumbrado que no le daba importancia.
—Tae, no quiero llegar virgen a los 18.
—¿Y a mi qué me cuentas? No tiene nada de malo tampoco —Dijo de forma indiferente.
—En serio, no puedo seguir masturbándome, quiero algo real.
—¡Jun no necesitaba saber eso! Agh que asco —Respondió con sus mejillas completamente rojas, no quería imaginar eso.
—Tengo que perderla ya... —Puso sus manos en las mejillas de Taerae mirando su rostro, en realidad era lindo, tal vez... Su cuerpo era delgado con una figura delicada, facciones finas...— Taerae. ¿Me harías un favor?
El mayor le miraba confuso, la mirada de Junhyeon no le daba muy buena espina y arrugó su entrecejo.
—No puedo conseguirte novia y si la consiguiera me la quedaría para mí —Dijo Taerae esperando saber el favor que quería pedirle, pero parecía que se equivocaba.
—No, no es eso —Jun miró más fijamente el rostro del contrario—. Podrías ayudarme a perder mi virginidad, sé que no consigo a nadie porque enseguida notan que estoy desesperado, pero si lo hiciera contigo, todo cambiaría.
La cara de Taerae cambió de expresión de inmediato.
—¡¿Qué estás diciendo?! Estás loco Junhyeon —Fingió un escalofrío y apartó las manos de su amigo—. No soy gay.
—Yo tampoco, sólo tómalo como un favor a tu amigo, no perdemos nada, solo nuestra dichosa virginidad.
—No, claro que no quiero, pervertido —Seguía fingiendo escalofríos.
—Taerae. ¿Acaso tú no lo has pensado nunca? ¿No necesitas ni darte placer a ti mismo?
—Junhyeon me estás poniendo enfermo, deja esa broma ya —Cerraba sus ojos avergonzado.
—No bromeo... Por favor, sólo intentarlo y si después no quieres, pararé —Posó su mano en el muslo interior del contrario—. Puedo ayudarte, ¿Qué te excita?
El mayor no sabía cómo responderle ya, era una situación tan irreal.
—Soy virgen, no sé qué es lo que me excita.
—Entonces experimentaré contigo —Rápidamente Junhyeon se tiró encima del cuerpecito de Taerae, sosteniendo sus brazos.
—N-No he dicho que sí.
—No te besaré, es solo eso... —
Taerae se estremecía bajo del menor y cerraba sus ojos mientras mordía su labio inferior apartando su rostro, su corazón estaba acelerado, estaba nervioso y en su respiración podía notarse.
—No quiero que me hagas daño... — Dijo el azabache de cabellos más cortos en un hilo de voz.
—Llevo años viendo porno, al menos sé la teoría, aunque veo heterosexual... No será muy diferente supongo, iré con cuidado confía en mí —Trataba de calmarle, pero su inexperiencia no era muy convincente.
Seguía sin estar muy seguro de eso, pero conocía a la perfección a su amigo y sabía que se pasaría todo el fin de semana insistiéndole.
—Vale, pero date prisa... No quiero saber nada más de esto —Afirmó finalmente Taerae.
La mirada de Junhyeon se iluminó, por fin podía hacerlo, aunque no era de la forma que siempre había imaginado y esperado, pero sería solo por esta vez.
—¡Gracias! Te quiero tanto, no te preocupes pensaré que eres una chica —Dijo Junhyeon totalmente agradecido.
—Si lo haces conmigo no quiero que pienses que soy una chica, solo piensa que soy yo...
ーYo... No quería sonar tan gay... Pero lo haré, te ves muy lindo.
La mano de Junhyeon se deslizó por el abdomen del mayor hasta levantar su camisa de pijama e introducir su mano. En realidad, no le desagradaba, de hecho, empezaba a excitarse, pero pensaba que estaba tan salido que podría ser hasta normal.
Y en cuanto a Taerae, no podía estar más tímido llevando sus finas manos a los hombros de Junhyeon.
—¿Estás seguro de esto? —Preguntó Kim.
—Sí —Respondió sin más para seguir bajando su mano hasta deshacer el lazo del cordón del pantalón.
Taerae jaló hacia él -del cuello de la camisa de Junhyeon-, con su vergüenza no sabía ni lo que hacía, pero de repente besó los labios de Junhyeon, el cual se sorprendió porque se suponía que no se iban a besar. Aunque tampoco lo rechazó, así tal vez sería mucho más fácil y fluido tener sexo.
Correspondió el beso entreabriendo ligeramente sus labios, era el primer beso de los dos y también era algo torpe pero no podían negar que les gustaba lo que sentían. Los labios del azabache eran tan suaves. Taerae empujó suavemente a Junhyeon para separarlo de él y cortar ese beso.
—Me estoy sintiendo muy raro... —Dijo Taerae avergonzado.
—Sólo te estás calentando —Relamió sus labios mirando el cuerpo ajeno, podía ver como sus pantalones se empezaban a abultar y eso era buena señal, aunque también se sentía un poco extraño provocando esto en otro chico, pero ahora mismo era lo de menos.
El menor, que se encontraba encima, puso su mano en la pequeña erección que empezaba a despertar y acarició con suavidad por encima de la tela del pijama. Pero no esperaba que la reacción del contrario fuera tan hermosa, escapó un ligero jadeo de los labios de Taerae, igual de grave que su voz habitual, en realidad no le pegaba mucho con su aspecto, pero sonaba verdaderamente sexy y suave.
—¿Puedes gemir más? —Preguntó Junhyeon acercándose a su oído.—Idiota tú solo has lo que quieres hacer, no te entretengas —Miró hacia un lado.
—Para eso tengo que excitarme mucho más... Y tus sonidos lo pueden conseguir, aunque también hay más formas...
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Hazme un favor! Junrae
Fiksi PenggemarJunrae au- Junhyeon está por cumplir 18 y aún no ha perdido la virginidad... ¡Adaptación! la obra no es de mi propiedad, pero estoy autorizada para realizar esta adaptación. obra original de © Legadith ¡aviso de contenido +18!