🌱┆𝟬𝟱

533 86 16
                                    

⩩ Para servirte.

🌱━━━━━━━━

No habían cruzado palabra alguna después del abrazo, ni siquiera cuando Sana la encaminó al estacionamiento y le abrió la puerta de su automóvil para llevarla a su casa.

Al salir del elevador dos guardias estaban en espera para ayudar a quien fuera que se había quedado ahí, Sana simplemente les ordenó decirle a Momo que se encargará de la cena y que antes de irse recogiera las pertenecientes de Jihyo y ella.

Jihyo pensó en agradecerle a Minatozaki por todos sus actos de esa noche, pero creía que rompería la paz del momento. Se aferro al saco que pertenecía a la alfa, pero está se lo dio explicando que hacía frío, inconscientemente frotó su mejilla contra su hombro, la tela olía a un perfume que no reconocía, y a canela, el aroma característico de Sana.

No había notado que la nipona la miraba de reojo mientras conducía para salir del estacionamiento, Sana hubiera preferido no molestarla de esa tranquilidad, pero le era necesario saber hacia donde dirigirse.

- Jihyo, ¿podrías decirme tu dirección? - preguntó la mayor en un tono suave y evitando las miradas, no queriendo demostrar que estaba inquieta por saber lo sucedido.

La omega asintió y le indicó atentamente el camino.

Sabiendo que no tenían de qué hablar, ambas se mantuvieron en silencio, excepto por algunas ocasiones en las que Jihyo le daba indicaciones más exactas para llegar.

La mayor estacionó en el primer lugar libre que vio, pensó en simplemente observar que Jihyo entrará al edificio, pero no le pareció la mejor opción. Preparándose para la despedida de esa noche, Park fue la primera en hablar.

- Gracias, Sana, por traerme y soportarme en el elevador, no era tu debes hacerlo y te pido perdón por eso. - era notable la vergüenza de la menor, pero a Sana no le agradó del todo sus palabras.

- Jihyo, no hay necesidad de que pidas perdón, hablé en serio cuando te dije que te cuidaría, y cumplo mis promesas. Bueno, excepto la de cumplir la dieta, pero esos son otros temas. - explicó observando atentamente los gestos de la menor.

- Sí, pero no es tu obligación - añadió Jihyo tratando de mirar por más tiempo a su jefa.

Sentía la necesidad de acurrucarse en ella, de volver a sentir la protección que irradabian los abrazos de la japonesa, pero estaba segura que eran los deseos de su omega luego de volver a ver a ese chico.

- Es lo que hace una buena alfa, salvar a su damisela. - comentó Sana con un tono más relajado que le permitió sonreír a Jihyo.

- En serio, gracias.

- No más agradecimientos. -pidió Sana observando la calle desolada- supongo que es hora de que vayas a descansar. - murmuró evitando pedirle a Jihyo que se quedara unos minutos más.

- sí, ya es tarde. - respondió en un tono decepcionado que hizo creer a Sana que era cansancio.

Se quedaron un minuto observándose entre sí hasta que Sana tomó la iniciativa para bajar del auto y abrirle la puerta a Jihyo. Se tomaron otro minuto pérdidas en el chocolate y la miel de sus ojos.

❝𝐆𝐎𝐎𝐃 𝐀𝐋𝐏𝐇𝐀❞ ¦ 𝐒𝐚𝐇𝐲𝐨.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora