Chifuyu Matsuno, edad 12 años, hija única de una madre soltera. Igual que la madre de Baji, una madre soltera. Sus calificaciones eran decentes, a pesar de siempre aparentar ser una chica problemática en realidad no lo era, solía ayudar a los suyos, amaba los animales, tenía un sueño de ser una piloto de aviación, trabajaba medio tiempo en una tienda de mascotas como ayudante y aprendiz.
Algo muy contrario para Baji y toda la gente o al menos quienes la conocían hablaban de ella con una enorme tristeza, les dolía recordar y saber que ya no estaba con ellos.
Volvió a la secundaria que dejó tiempo atrás solo para intimidar unos cuantos idiotas y preguntar la dirección donde solía vivir Chifuyu
No entendía por qué diablos lo hacía solamente la llego a ver en un par de ocasiones es posible que ella ni siquiera lo recordarse, siempre tenía un grupo de idiotas qué la seguían, la miro desde lo lejos y eran muy contadas las ocasiones.
La primera vez que la vio no fue la gran cosa, pero no entiende por qué la recuerda como si fuera un bonito recuerdo.
Era un día común donde Baji se la pasaba caminando en las calles, no solía estar en casa debido que peleó con su madre cuando ella se enteró que ya no asistir al colegio, ambos tenían un fuerte temperamento y Baji para no destruir cosas se fue de ahí y esperar que las cosas se relajaran, fue cuando escucho unos pequeños saltos por las escaleras del parque, su mirada rojiza miro por donde se escuchaban los sonidos.
Es cuando visualizo como una figura femenina bajaba el último escalón de un salto, sus piernas se detuvieron, al ver frente suyo una chica de cabellos rubios cortos un estilo igual al undercut donde los costados estaba teñido de negro, ojos color verdoso con azul, el famoso color cian, su piel de porcelana.
Vestía una ropa sencilla, sudadera grande, pantalones holgados, tenis simples, los ojos de Baji observaron la femenina que relucía una extraña belleza poco femenina, cuando sus miradas conectaron por una extraña razón él sintió pequeñas mariposas en su estómago, una sensación que él nunca había experimentado ni con otra chica.
El detestaba las cosas cursis, odiaba los romances y no le interesaba tener novia, menos si eran las presumidas quienes se creían la gran cosa solamente por ser "bonitas", pero verla a ella le hacía sentir algo único, por un momento todo su carácter rudo, violento y tosco se opacó al verla, su mal genio se apaciguó con escucharla tararear un melodía.
La chica miró extrañada al chico de ropas holgadas y fachas, lucía casi un delincuente y eso a ella no solía agradarle, bueno mientras no buscará pelea con ella, ella tampoco le haría nada, esperaba que no fuera como otros que sí era un fastidio, donde ahi salio su ligero desprecio por los delincuentes presumidos y poca moral.
— ¿Te puedo ayudar en algo? — pregunto la chica mirándolo fijamente ya que este hacía lo mismo
Se tenso ante la pregunta no sabia que decir, no entendia por que le pasaba eso, la chica lo miraba fijamente sus ojos atrayentes, serios y fijos hacia él lo congelaban, parecía como una princesa de un cuento jamás contado. Se sentía muy ridículo ante esa situación , se limitó dar la vuelta y seguir su camino, ignorando el impulso de querer buscar una absurda conversación con la chica, se preguntaba qué tipo de rostro puso al momento que le dio la espalda.
Luego descubrió que iba a la misma secundaria donde el iria y curiosamente era 1 año menor que él, ella solía ser seguida por un grupo de idiotas, en una de las conversaciones, escuchó que uno de ellos le decía que era una de las chicas más bellas del colegio, el casi se ahoga con su jugo al oir eso, claramente ella no cumplia con el estereotipo de alguien atractiva, no lucía alguien de piel fina y bien cuidada, carita de super coqueta enamorada, su mirada que cautivara con un dulce tono.
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Remordimiento [Lamento no haberte salvado]
FanfictionPerteneciente dentro del PRIMERA LINEA [TR] Un Tiempo oscuro. Misma linea temporal sobre Mikey estado vegetal, Takemichi ciega, Seishu perdiendo la vida en vez de Aakane, Kokonoi ilusinado de ser salvado cuando Aakane lo ame. Un remordimiento que s...