°•ℂ𝕒𝕡𝕚𝕥𝕦𝕝𝕠 𝟞•°

12 3 0
                                    

-¿Que tiene? -pregunto el rubio-

-¿Sabes qué? Ese suéter. -pauso señalando el suéter que llevaba Deidara- Es mío, por eso tiene el logo de mi clan.

Deidara al escuchar eso, rápidamente se estaba quitando el suéter, se preguntara, ¿porqué hasta ahora se dio cuenta cuando se lo dijo? Pues porque no le puso mucha atención, solo pensó que había mirado mal. Óbito lo detuvo y lo acorralo contra la pared, Deidara estaba confundido, de pronto el azabache se acercó a su oído y le susurro...

-Tranquilo~ si quieres, puedes permanecer con ese suéter, me gustaría que fueras parte de mi clan~ me ayudarías reviviendo lo~ -susurro con un tono sedutor mientras lo sostenía de las caderas-

-A-a que se re-refiere. -hablo nervioso ante el tono y acción que hizo el azabache-

-No lo sé, pero no te quites el suéter. -se separo para ya no ponerlo más nervioso de lo que estaba-

Deidara suspiro aliviado, joder que susto le había metido el azabache, aunque... pensándolo bien no era mala idea, ¿o sí? De todos modos revivir el clan, já, ni loco aceptaría. Solo pasa qué, es un poco raro, ¿no? Acaso no es raro que te inciten a revivir su familia, óyeme eso suena raro.

El chico rubio solo suspiro con pesar, miró el reloj, joder como carajos aún seguía despierto, eran las tres con treina y cinco, como aún seguía despierto, luego camino y se sentó en la mesa, -no específicamente, me entiendo- Deidara se sentó, estaba algo cansado y con sueño.

El azabache noto esto y se fue a la habitación, luego de unos minutos salió con Miko, Miko se sentó al lado de este, Deidara noto que esta llevaba una camisa de manga largas, la camisa era suelta, llevaba un pantalón sin importancia, estaba sin su máscara.

Deidara sintió curiosidad al ver el rostro de la chica, se acercó con precaución, Miko noto esto por lo que sacó de su pantalón una caja de... joder con eso ya parecía una drogadicta, era una caja de cigarros. Óbito noto esto por lo que rapidamente se lo arrebato.

-¿Qué te pasa? -dijo incrédula-

-Ya te he dicho que si quieres fumar lo hagas afuera, además no tienes permitido fumar. -dijo claro-

Vacío toda la caja de cigarrillos sobre el lavamanos de la cocina, y prosiguió a abrir la llave de agua, todos los cigarrillos se humedecieron ante el líquido, luego tomo los cigarrillos inservibles y los tiro a la basura, dejando a una chica totalmente enojada, aunque agradecía por haberla detenido.

Miko solto un suspiro pesado y dirigió su mirada hacía el rubio, el cual estaba mirando al azabache haciendo las acciones, para luego acercarse a los dos y sentarse al lado de Deidara, Miko solo veía como un espectador.

El chico rubio solo se preguntaba... "Un chico, con dos maestros que se caían del cul* conviviendo con él, además de que uno le insinuó algo que casi no entendió, no si, la vida le sonreía" más o menos se narraba así mismo el chico rubio.

Miko siguió mirando a Deidara, estaba perdiendo la paciencia, estaba aburrida y no sabía que hacer, su actitud cambió, de un instante a otro, en la pinché universidad era una maestra juguetona y traviesa, pero en esa casa era todo lo contrario, no tanto.

-Y bueno, ahora qué, ya se nos pasó la borrachera, solo falta nuestra migraña, ¿qué hacemos mientras inicie ese dolor de cabeza? -al fin dijo algo la chica-

El azabache odiaba que la chica se hiciera la inocente y con el vocabulario más sano del mundo, simplemente no entendía como ella se comportaba de manera infantil.

-No lo sé, pero creo que deveríamos dormir, ya que en unas horas devemos ir a la universidad. -dijo el rubio-

Deidara se levantó, a duras dio un paso y al instante cayó, quedando encima de Óbito, Óbito solo maldecía al no elegir otro lugar en donde sentarse.

Miko no reaccionó, solo mantenía una cara neutral, Óbito amaba cuando no reaccionaba pero en este momento no ayudaba, Óbito cargo a Deidara a modo de princesa y lo llevo a la habitación.

Óbito recostó al rubio, no, a su rubio, el azabache empezaba a sentir algo por él, sentía que ese rubio era para el mismo. Luego se recostó a su lado, mirando el rostro del mas menor, solo agradecía que el chico rubio estaba dormido, por que si no este notaría un rubor el las mejías del mayor.

Luego se terminó de acomodar, al igual que terminó de acomodar al chico, lo puso de espaldas ante el mayor, el azabache pasó sus manos por la cintura del rubio, subió un poco la camisa de este, dejando ver el torso del menor, Óbito asomo su nariz hacía el cuello del menor, al instante oliendo el rico aroma que este llevaba. Este vio la piel blanca del menor, el sueño le ganaba por lo que se quedó dormido.

Miko entro a la habitación y se fue a acostar.

...

8:38 de la mañana...

Deidara poco a poco abría los ojos, sintiendo un peso extra en su cuerpo, dirigió la mirada hacía su cadera, el cual tenía una mano, volteo a ver el rostro de quien lo abrazaba, era Óbito quien todavía seguía durmiendo, los colores se le subieron a la cabeza al ver al azabache, como pudo intento quitar la mano de su cadera.

Se levantó con cuidado de la cama

゚・:*✿𝘼𝙘𝙖𝙨𝙤... ¿𝙖𝙘𝙖𝙨𝙤 𝙮𝙖 𝙣𝙤 𝙢𝙚 𝙦𝙪𝙞𝙚𝙧𝙚𝙨?✿*:・゚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora