Debería iniciar por el principio, todo empieza con un joven yo. Nací y crecí en la provincia de Buenos Aires en Argentina, a partir de mis 5 años viví en un orfanato llamado santa Lucía, junto con una niña llamada Pau. Éramos inseparables, sobrevivimos muchas cosas dentro de esos muros de hormigón frío y húmedo.
Los recuerdos me llevan a los días escondidos de los aterradores adultos en las zonas más alejadas del patio, observando las altas paredes viendo un cielo azul que nos prometía un libre mañana al contraste con nuestro caótico presente. Nuestros días se basaban en escapar de los jóvenes más grandes, enojados con la sociedad por ignorarlos, aprovechándose de los más pequeños para liberar una fracción de su frustración ahogada, también debíamos esperar a que alcance alcance alimento para todas las bocas del orfanato, varios días en los años siguientes pasamos sin comer, pero no nos importaba , estábamos juntos y sobrevivimos juntos.No nos alarmabamos hasta que a la edad de 11 comenzamos a notar que algunos chicos cercanos a nosotros comenzaron a desaparecer, al principio sospechamos que los adoptaron de alguna forma discreta pero era muy extraño que no se despidieron. Cada mes faltaban más niños, luego empezaron a faltar adolescentes y nosotros observábamos todo de una forma curiosa sin medir el nivel de peligro que conlleva para nosotros.
El día 19 de febrero cumplí 14 años, fui llamado exactamente ese dia a la oficina de la directora del orfanato, de forma urgente me dijeron.
En las escaleras frente a la puerta principal , logré ver como las empleadas del lugar se llevabam a otros lados a los niños que paseaban por el lugar y como al cerrar la puerta de veía una camioneta oscura con un extraño logo en su lateral , era color azul oscuro, una forma redondeada que encerraba un ojo entrecerrado con una estrella en su iris, trate de ignorarlo a pesar de que llamaba mi atención.Al llegar a la oficina la directora estaba recibiendo un gran bloque de papel de la mano de un hombre alto, muy fornido, calvo y con traje, tenía un aspecto de poca paciencia, se le observaban algunas cicatrices en la zona de su cuello y unos ojos que evocaban al más profundo café que jamás observe, pareciese que vio el infierno con su propia vista y vivió para contarlo. Al notarme en la puerta , perplejo, la directora guardo rápidamente el paquete y comenzó con una voz dulce a hablarme.
-. Oh Dani, ya llegaste, genial! Quería decirte que este amable señor de aquí quiere adoptarte...
Se le observaba un claro nerviosismo en su voz, como si todo lo que estuviera diciendo fuera a caerse en cualquier segundo.
El hombre quien aún no me había mirado ni una sola vez, giro su rostro y me miró directo a los ojos, sentí como si su mirada atravesara mi craneo casi como una bala , el enorme monumento del terror se acercó lentamente hacia mí y tomó mi hombro arrodilladose delante de mí.
.- Así que tu eres Daniel, desde hoy estarás conmigo, espero que lo aceptes rápido.
Dijo en un tono frío y monótono, casi como si fuera una línea prefabricada , algo claramente estaba muy mal, todo mi sistema me decía que me aleje y que corra lo más lejos , pero todo lo que salio de mi boca fue un lamentable
.- P..Puedo despedirme de Pau antes de irme, verdad?
El hombre se levantó, observo a la directora como si dijera algo con su rostro y automáticamente oí un rotundo
.- No, dani debes irte ahora en este instante...
El No fue rotundo pero las palabras siguientes de oyeron como si se fuera a quebrar del miedo, no pude reprochar, no porque no quisiera , sino porque un jalón fuerte de mi hombro me saco de mi shock.
.- Vamos niño.
Observe los labios que se movieron en el rostro barbudo y apagado del aterrador señor, podía ver como varias venas en su frente y cuero cabelludo se apretaban y saltaban en su piel, llevándome por las escaleras hacia la puerta.
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Reflejos
رعبUn lugar envuelto de reflejos. La propia mirada multiplicada una infinidad de veces junto con ojos clavados en la propia carne eternamente, es lo único que se siente en esta historia.