Capitulo 1

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Fue durante la Herejía de Horus, que las influencias del caos hizo que por primera vez los Space Marines, se enfrenten a los Space Marines

7 años que duró el conflicto, en una horrible, cruel y sangrienta guerra civil, también fue el momento en el que el imperio de la humanidad sea asediado y dejado en la precariedad actual que tienen

Vaskor, un legionario de la legión Alpha, que se supo era leal al emperador, decidio quedarse y usar su armadura y logos en honor a su antigua legión, el no era cerrado de mente y en el fondo siempre cuestiono algunas acciones

Ahora con los sucesos de la Herejía, el estaba seguro, el emperador no era como se creía, pero, servir a los dioses del caos era algo que el no estaba dispuesto a aceptar

Tomo una nave restante y salió de Terra, no sin antes ver los cadáveres de sus camaradas caídos y alejarse, sintiendo la impotencia de no haber podido evitar algo como esto, por lo que simplemente dejo esos pensamientos de su cabeza y comenzó a escapar del planeta

Planeta Melith IV

Una pequeña puerta a la disformidad se escondía en este planeta, custodiada por una tribu local, Vaskor, se dirigía a este planeta, pues está puerta no era como las demás, y al momento de sabotear algunos planes de Horus, encontró de casualidad esta extraña locación, no obstante, lo que vería aquí no es algo que sea realmente...común para el

Al llegar, fue recibido con los brazos abiertos por la tribu, una tribu Xeno de una raza más del montón

Vaskor: Abran la puerta...

El jefe de la tribu, abrió la puerta personalmente y el color morado/rodado disforme se hizo presente, y el Astartes no perdió el tiempo y cruzó la puerta al otro lado, y como en la disformidad las leyes del espacio tiempo no existen, el Astartes sintió que estuvo un par de minutos, pero, en lugar de estar solo un par de minutos, estuvo, Miles de años, saliendo de la puerta, pero...el planeta era diferente, su nave no estaba, y la vegetación abundante que solía haber en ese planeta ya no estaba, y fue reemplazada por un desierto, no obstante, si habían ruinas no muy lejos

El Astartes camino con calma por el páramo, pensando que rayos paso, si solo entro momentáneamente a la disformidad para cruzar de la puerta A a la B pero, como no pudo, se tuvo que regresar, y ahora estaba en un páramo desolado y sin vida

En las ruinas, nada más que polvo y cosas totalmente inútiles yacían por el piso, el hangar, aún en pie, contenía lo que originalmente era un Thunderhawk de los angeles sangrientos, estaba en buen estado, ¿Cómo sobrevivió al paso del tiempo? Eso era algo que el no entendía, o talvez, la disformidad lo hizo una vez más

Dentro del Thunderhawk había una nota escrita a mano por alguien, y dos marines caídos quien sabe hace cuánto, por lo que primero, el Astartes tomo a sus hermanos caídos y los enterró y les dió un pequeño proceso funerario, para después ingresar a la nave y leer la nota

Este es el fin, los Tiranidos están en todos lados, este es el último planeta, los Tau y los Eldar ya fueron consumidos, el caos ya no existe, los necrones destrozados...nosotros somos los siguientes, solo espero que en el futuro Nazca una raza capaz de luchar contra esta maldita raza...

El Astartes estaba algo confundido, ¿Tau? ¿Tiranidos? ¿Necrones? Pero...¿Y los orcos?

Las preguntas rondaban por su cabeza, no obstante, algo quería ver el marine, por lo que trato de encender la nave, obviamente, no fue posible, por lo que al salir y buscar algo, encontró una entrada sellada, que antaño había Sido cuidada por dos custodes, actualmente solo quedaba la cáscara de la armadura, una verdadera pena

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