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❛❛「LA VEZ QUE TE DEJÉ」 ❜❜
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📆 5 de febrero del 2020 📍San Francisco, California
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Mi madre decía que no había peor cobardía que quedarse donde no te saben amar, y ese caso venía siendo mi historia desde hace tiempo. No bastaban los cortos mensajes, o los te amo como respuesta automática. Mi relación iba en declive, pero en algún punto el tiempo que llevábamos juntos se convirtió en algo que no quería dejar.
Esta relación no tenía futuro, yo quería casarme con él—al menos eso pensaba hasta hace unas semanas—y él quería todo menos un compromiso.
«No estaba para eso»
Un carraspeo me hace esfumar los pensamientos que tenía. Klay Thompson me mira con el ceño fruncido, estaba con los brazos cruzados mirando sin entender las dos maletas que tenía aferradas a mis manos.
— ¿Me dirás que es todo esto? — Pregunta sin moverse un centímetro de su lugar. Klay tenía eso que me hacía quedar sin habla sin siquiera intentarlo.
Me armo de valor y doy un paso hasta el.— Klay, esto...esto de nosotros no puede seguir así. — Hablo señalando con el dedo a los dos. — No puedo quedarme en un lugar donde no me aman lo suficiente.
Klay aprieta los labios lo suficiente para saber que no tiene nada que decir. Me mira por segundos, luego aparta la mirada para hacerse a un lado y señalar la puerta.
Era una broma.
Era una puta broma.
Asiento para mi misma, no podía esperar menos de él. «al final del día seguía siendo Klay»
Paso junto a él sin decir nada, pero thompson tampoco hace mucho por verme. Quiero que hable, que me detenga.
— Adiós Klay.
— Cierras antes de irte. — Cuatro palabras que me dice antes de darse media vuelta y perderse por el corredor.
Este era el final, peor de lo que pude imaginar. «pero al menos me abrió los ojos»
Klay Thompson nunca me había tenido como una de sus prioridades.
[...] 8 de febrero del 2015, San Francisco.
A mis veintitrés años de edad, San Francisco siempre me hacía sentir como en casa. Las sensaciones que tenía aquí eran únicas, por eso siempre que podía visitaba un parque cerca del centro, que dejaba una vista hermosa al golden gate.
El clima me hace frotar mis manos cada nada, sorbo mi nariz y busco una banca cerca del pequeño río que hay.
Miro el cielo buscando las estrellas, pero está nublado y no puedo encontrarlas con facilidad.
La presencia de alguien a mi lado me hace voltear, encontrándome con un hombre algo abrigado hasta los pies. «porque no puedo ser él»
Froto mis manos nuevamente y las meto bajo mis axilas tratando de calentarlas con la sudadera.
— Estamos a siete grados. — Dice mi compañero de sitio.
Lo miro y noto que se mantiene atento al río y a la manera en que se mueve por el aire.
— No sabía que el clima sería tan frío.— Me sincero. La verdad no prestaba tanta atención al clima.
— Es invierno. — Sigue sin verme. — Era lógico.
Bueno. El tipo era de pocas palabras.
— No soy de aquí, y tampoco estaba enterada.
Por primera vez me mira y su mirada juzgona choca con la mía.
— ¿Inglesa? — Inquiere con las manos en los bolsillos de su chamarra.
Asiento.
— Entonces no entiendo, en Inglaterra tienen climas más fríos, ¿no deberías estar acostumbrada? — Frunce el ceño.
— hace años que vivo en Los Ángeles, me acostumbré a otro clima.
— Ah, tienes un punto.
El fresco sigue y me aferro a mi sudadera para no morir congelada.
— Ten.
La chamarra que tenía mi acompañante pasa a mis hombros en cuestión de segundos. Está caliente y por inercia la tomo para cubrirme. «me servía de hasta de cobija»
— ¿No tienes frío?— Pregunto mirando que no se inmuta en ningún momento por el clima.
— Tengo suficientes capas de ropa, así que no. — Responde acomodándose el gorro.
Abro la boca para hablar, pero la vuelvo a cerrar cuando no sé plantear la pregunta que quiero. — ¿Qué te trae por aquí?
Me mira sin decir nada y después cambia la vista al frente. — Siempre vengo, me gusta la vista y es un lugar tranquilo.
— Poca gente viene a este sitio. — Continuo. — al menos cuando yo estoy.
Asiente. — Es poco recurrente. — Clava su mirada en mi persona y por alguna razón me intimida. — Por cierto, ¿cómo te llamas?
Aferrada a su chamarra respondo. — Spencer, Spencer Kingston.
Sonríe y se levanta de la banca negándose a recibir su prenda.
— Espero verte pronto, Spencer. — Me da la espalda metiendo las manos a sus bolsillos para comenzar a caminar.
Me levanto de golpe para no perderlo de vista. — ¡Espera! ¡Hey! — Se detiene y voltea brevemente a verme. — No me has dicho tu nombre.
Una media sonrisa aparece en su rostro y niega divertido. — Klay.
— ¿Klay...? — espero que me diga mas, pero no creo que tenga intenciones de hacerlo.
— Solamente Klay.
[...] Hola, solo quería decirles que esta historia tiene mucho que contar (obviamente duh) y que la línea temporal abarca del 2015 al año actual aka 2023. Espero que la apoyen de la misma manera que goldenboy y todas las de nba que he subido<3
