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Pasaba poco de la media noche pero a las personas en la calle privada Hansan no parecía importarle. La noche se veía incluso más alegre que el día.
Y como no iba a estarlo si pronto comenzaría la carrera de la noche.
El premio era grande, la cantidad de dinero tenía más de ocho cifras y todos deseaban tenerlos.
Unos más confiados que otros, como lo sería Choi YeonJun.
El corredor estrella del circuito.
Si bien las carreras son un poco ilegales -quizá mucho- tenían ya establecidos ciertos circuitos a los alrededores de Gangnam.
Algunos tenían conexiones con la policía, claramente YeonJun no era la excepción. Por esa razón nunca había sido atrapado, aparte de que nunca nadie había igualado al hombre en velocidad antes.
Era toda una mina de oro, literalmente. Sus amigos apostaban con su nombre y muchas veces, si no es que la mayoría, ganaban. Hasta el punto que a la gente ya no le gustaba competir contra ellos.
— Yo en serio no entiendo porque hoy vas a dejar de lado el Lykan, lo arreglamos para esta carrera en específico, ¿por qué de la nada quieres usar el Maserati? — Le pregunto Choi Soobin al pelinegro que conducía lentamente su carro para acercarlo a la línea de salida.
— No he usado mi Maserati en mucho tiempo, además... ¿Por qué se preocupan? He ganado bastantes carreras con el. — Se encogió de hombros el pelinegro.
— Si y no te juzgamos pero, ¿entonces para que arreglamos el Lykan? — Pregunto está vez Choi BeomGyu, el técnico encargado de arreglar los carros del mayor.
Un genio en toda la extensión.
YeonJun siempre decía que podía ganar con cualquier carro porque no era el carro que manejara, sino quien lo manejara. Aunque secretamente admitía que todo se trataba gracias a BeomGyu, sin las adiciones que les hacía y los mantenimientos, tal vez el mayor dudaría un poco de sus habilidades con los carros.
— Oh, ese será para Kai, competirá en otra carrera de la noche y quiero prestarselo. — Dijo el mayor encogiéndose de hombros antes de salir del carro y apoyarse contra este.
No era raro que YeonJun le prestará carros al menos para que compitiera, el asunto importante es que justamente el Lykan era especial para él. Con ese ganó su primer carrera y no dejaba que cualquiera lo manejara.
Pero tampoco era raro que fuera Kai el que lo utilizará, desde que salió de su casa por problemas familiares, YeonJun ha cuidado de él como si fuera su responsabilidad.
Si, a pesar de su apariencia de chico malo tenía un punto débil, sus amigos.
Haría cualquier cosa por ellos.
Era tan leal hacia ellos que nadie se atrevía a meterse con este grupo de amigos por los problemas que podrían desencadenarse.
