Wilbur estaba en el trabajo en un día normal como siempre.
Sus mismas labores, sus mismos compañeros, todo era demasiado aburrido.
Su jefe, Jschlatt, era un señor malhumorado que parecía que tenía un mal día todo el rato.
No pensaba dos veces para tratar mal a un empleado, y menos para despedirlo.
Era alguien despiadado, todos los empleados lo odiaban pero al mismo tiempo le temían.
En donde Wilbur trabajaba hacían reuniones de vez en cuando, no eran muy seguidas, pero tampoco muy divertidas.
Solían hacerlas para avisar cambios importantes o nuevos miembros, y la segunda opción era la más interesante.
No sabías si esa persona era insoportable, o si era amable. Siempre tenías que verlo perfectamente para saber.
Siempre que ocurrían reuniones por nuevos empleados jugaban a un juego.
Este trataba de adivinar la personalidad del nuevo, y el que gane se lleva el dinero.
Era una apuesta un tanto curiosa, pero eso no le quitaba lo divertido.
Ese día que parecía un día común y corriente no era así, o al menos para Wilbur no.
Ese día habría una reunión por un nuevo empleado, pero no un empleado cualquiera, este era Alexis, el hijo del jefe.
Todos se morían de los nervios, pues, si llegaban a caerle mal tenían ese constante miedo de que le diga a su padre, y que esté para complacer a su hijo los despida.
Nadie conocía a su hijo, pero Jschlatt hablaba muy bien de él, por lo que las expectativas eran altas.
(...)
William estaba completamente nervioso, si no se llevaba bien con sus compañeros actuales, tenía miedo de que no se llevara bien con Alexis.
Sus manos temblaban y tenía un nudo en la garganta, básicamente si Jschlatt le pedía que hablara ya estaba muerto.
Todos estaban sentados alrededor de una mesa grande.
Estaban impacientes por conocerlo, otros estaban apostando.
—Yo apuesto a que es tímido!
Escuchaba esas voces no tan lejos de él.
—Pues yo apuesto a que es un chico irritante y molesto!
A Wilbur no le importaba nada, estaba mirando a un punto fijo, lo había mirado por tanto tiempo hasta que empezó a tener su vista borrosa.
Esto fue interrumpido por uno de sus compañeros, quien chasqueaba los dedos en frente de él.
—Hey, Wil — Dijo uno de ellos
Wilbur solo los miro, no era un hombre de muchas palabras, pero parecía que se comunicaba por su expresión facial.
—Vas a apostar? —Pregunto otro de ellos
Wilbur nunca apostaba en eso, prefería ver a los demás perder antes que a él.
Pero por apostar una vez no perdía nada, por lo que decidió aceptar.
—Ok.. Pues yo creo que va a ser un chico normal
Sus compañeros lo miraron de forma extraña y empezaron a reír de manera histérica.
Uno de sus compañeros, Sapnap, dejo de reírse para dirigirse hacia él con una pregunta.
—Normal? —Dijo —A que te refieres con eso?
Wilbur suspiro y con tranquilidad le respondió.—Hablo de que no va a ser extrovertido, pero tampoco introvertido, no va a ser amable pero tampoco será frío, no va a ser agradable pero tampoco será molesto, entienden?
Todos continuaban riéndose pero Sapnap considero esto digno para una apuesta.
—Me parece lógico —Después de decir esto la puerta se abre, era Jschlatt, lo que significaba que la reunión estaba a punto de iniciar. Después de esto Sapnap termino lo que iba a decir —Empecemos la apuesta.
Jschlatt había entrado con una actitud que no parecía propia de él.
Estaba sonriendo y bien organizado, al parecer ese tal Alexis era alguien importante.
—Hola, buenas tardes —Dijo con una voz sería —Como ya sabrán, los reuní aquí con una intención, y esa es presentarles a un nuevo empleado —Se oían los susurros de los empleados por todo el cuarto, todos estaban entusiasmados por la llegada de este individuo tan especial —Como muchos ya saben, este nuevo empleado es mi hijo, por lo que les pido con la mayor seriedad que lo traten bien —Dio una pequeña pausa, era como un actor que olvidó su línea —Entonces, será un gran honor presentarles a su nuevo compañero, Alexis!
Perspectiva de William
Todos los empleados (incluyéndome) voltearon a ver la puerta, viendo cómo la manija empezaba a dar una vuelta hasta que se logró abrir.
Cuando entro el chico todos tenían una cara sería, pero yo estaba asombrado.
Quizás era porque no esperaba que el fuera tan hermoso.
Tenía un cuerpo perfecto que podía hipnotizar a cualquier persona que empezaba a verlo, sus piernas eran gordas y tenía unas curvas que desviaban mi atención.
Era de estatura mediana según pude ver, su piel era de color canela y sus ojos eran negros, era un color tan hermoso que enamoraba. Su cabello era de un color negro parecido al carbón, y en su cabeza tenía un gorro azul oscuro casi negro.
Tenía un buso con una parte rota atrás para mostrar sus alas, el buso era casi del mismo tono que su gorro, solo que este tono era un poco más claro. Sus pantalones eran un poco grises tirando a negro y tenía un diseño como si estuvieran rotos.
También tenía unos tenis que combinaban con toda su ropa, era fantástico.
Era un hombre atractivo que podía atraer a sus presas fácilmente, y yo era una de ellas.
No sólo al verlo pensé de manera romántica, pensé en algo más... Personal.
Empecé a mirar detalladamente todo el cuerpo del joven, hasta que me percaté de algo.
En su trasero había un pequeño roto en su pantalón que dejaba salir una pequeña cola parecida a la de un pato, o bueno, literalmente eso era.
Pero bueno, la cosa es que la cola se empezaba a mover como un perrito entusiasmado.
Escuchaba su voz hablar pero no prestaba atención, estaba completamente perdido en otra realidad y no tenía tiempo para eso.
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El hijo del jefe | Quackbur
FanfictionLos ruidos fuertes y risas pequeñas inundaban toda la oficina. Los sonidos de los cuerpos chocando y la adrenalina de ser descubiertos por el padre de Alex, todo era irreal para Wilbur. Un momento especial para los dos, en el que nadie los podia par...