Los meses pasaron y Hyunjin le propuso a Felix mudarse e irse a vivir con la familia Hwang, cosa que aceptó sin pensarlo, por lo que ahora Hyunjin y Felix se encontraban moviendo cajas de un sitio a otro, y los niños estaban al cuidado de BangChan mientras tanto.
Porfin, eran las última cajas que debían de transportar, así que nada más llegar a la Casa Hwang, se dispusieron a organizar las cosas de Felix y a meter algunos adornos que propuso el último mencionado.
Una vez terminaron de hacer todo, dieron los últimos vistazos por si faltaba algo. Hyunjin no se podía sentir más afortunado. Y es que, ver esos espacios que quedaron vacíos alguna vez siendo llenados con cosas y fotos del rubio, le hacía demasiado feliz. Porfin, después de mucho tiempo, encontró a alguien que lo quisiera de verdad, a él y a sus preciosos niños.
Por la parte de Felix, él estaba más feliz que nunca. Iba a tener una familia, iba a ser la mamá de dos preciosos niños y el amor del padre de estos. Aunque no estuvo desde el principio con los niños, él sabía que los amaría para siempre. Ellos siempre le dieron una oportunidad para quererlos, y él la aprovechó al máximo. Sentía que sus ojos se llenaban de pequeñas gotitas traicioneras que luego cayeron, pero eran lágrimas de felicidad, empezando a sollozar de la emoción.
—¿Qué pasa, bebé? ¿Por qué lloras?— Al escuchar eso, Felix escondió su carita en sus pequeñas manos, llorando descontroladamente.
—Es que... es que estoy feliz.— Dijo entre sollozos. Hyunjin sonrió y se posicionó detrás de Felix, rodeando su cinturita y entrelazando sus manos en el vientre del menor. Seguidamente besó la curvatura entre el cuello y los hombros del bonito pecoso.
—Te amo.— Articuló sinceramente el mayor, haciendo que el corazon de Felix bombeara más rápido.
Felix se giró abrazando por el cuello al mayor, soltando un "yo también a ti" casi inaudible, pero que por suerte el pelinegro logró escuchar.
—No llores más, ¿de acuerdo? No me gusta verte llorar.— Dijo Hyunjin mientras pasaba sus pulgares por los cachetitos del menor, quien asintió aún sollozando. El pelinegro besó los ojitos y cachetes del rubio, sintiendo sus pestañitas húmedas al igual que las mejillas, finalizó con un beso en los labios. Un beso inocente, uno que solo transmitía el amor que se tenían. —Iré a por nuestros bebés, no tardo, ¿bien?—
Felix dió un último asentimiento y se dieron otro dulce beso.
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𝐁𝐚𝐛𝐲𝐬𝐢𝐭𝐭𝐞𝐫.
FanfictionHyunjin, un padre soltero de dos niños, contrata a un nuevo niñero para que cuide de estos, ya que por asuntos de trabajo se le hace más difícil cuidar de ellos. Lo que no esperaba, era que sus hijos lo quisieran como una nueva mami.