One

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*Los declaro marido y mujer *

Aplausos a los nuevos esposos fueron al unísono en esa bella iglesia. La novia fabulosa caminaba como entre nubes de algodón, el orgulloso novio con su esposa del brazo era el más feliz del mundo.

-¿Lo hiciste? - Preguntó Taeyang a su esposa.

-Lo hice amor, esta será la última vez que le ayude - Jeny le respondió a su esposo.

-Pero el no te ha pedido ayuda, es más yo lo veo muy feliz - le dijo antes de besarle la frente.

-Cariño, el no lo dice pero sabes como es su familia, y este año harán su fiesta familiar y yo no estaré para acompañarlo, se lo comerán vivo. - ella comentó bajito a su esposo mientras terminaban de salir de la iglesia.

-No lo sé esque ellos no son para nada compatibles - volvió a besar a su esposa en la mejilla.

-Verás que si - ella rezongó.

-Verás que no - el refutó.

-Una apuesta - retó la bella novia.

-Acepto, veras como gano - Taeyang seguro de ganar le dijo a su esposa.

-Y que apostaremos - preguntó ella.

-Si yo gano - dijo el - tendremos un bebé pronto.

-Y si yo gano - ahora dijo ella - tardaremos en tener bebés.

*Hecho * dijeron a la vez.

Una abrazo y un beso frente a su familia y amigos selló esa apuesta.

Las felicitaciones de todos ellos fue por mucho grandiosa, amor dedtilaban ellos dos, y se notaba. Eran no sólo amantes y la pareja ejemplar sino que también eran complices y los mejores amigos.

Pero cada uno de ellos tenía un mejor amigo, ella tenía ese compañero de vida que desde el jardín de niños eran confidentes y muchas veces se defendieron mutuamente en las adversidades, lloraron ante las tristezas y fueron muy felices juntos por todos los triunfos y logros.

El también tenía el amigo que sus madres crecieron juntas y siempre soñaron con ser una gran familia, así que eran casi hermanos. Pero en algún punto del camino, ese amigo se perdió, las apuestas y las malas compañías absorbieron su tiempo y aunque siempre estuvieron en contacto tenían tiempo de no verse.

Pero ahora Jeny tuvo la gran idea de unirlos, tal vez su amigo con sus muchos premios por desempeño académico, un excelente empleo como director de sistemas en una empresa de tecnología de alta gama, podría enderezar la vida de ese pobre chico descarriado.

Así que para lograrlo y no ser muy obvia presentándolos. Organizó que se sentarán juntos en la mesa del salón.

Por la tarde noche, los invitados a tan hermosa boda, comenzaron a llegar, el salón fue decorado con lirios blancos y rosas rojas. Los lirios eran los favoritos de ella y las rosas de El.

Los manteles se alternaron en esos mismos colores y en medio había un enorme centro de mesa que no era más que otro enorme florero con esas mismas flores.

El techo fue cubierto con pequeños focos que iluminaban la oscuridad del salón simulando pequeñas estrellas en el firmamento.

Cada persona tenía asignado su lugar. Y fueron llegando y tomando asiento. Un rubio vestido tan elegante como la ocasión lo ameritaba llegó a una mesa en partícular que estaba cerca de los novios, ella no podía tener a su amigo muy lejos.

También llegó un pelinegro, vestido como siempre lo hacía para llamar la atención, jeans que mostraban sus rodillas, una playera con alguna banda de rock impresa en ella y una chamarra de piel, para dar el toque final unas botas de milicia y un peinado exagerado.

UN FALSO PROMETIDO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora