Historias De vore

Seguridad

Sucedió hace mucho tiempo... no, no tanto, tal vez. Así fue el jueves pasado, o al parecer, el sábado pasado. No es la cuestión. Entonces ...
Abismo. Muerte. Venganza. Esto fue lo que llenó al chico de ojos violetas que caminaba más a menudo por los bosques. En apariencia, no parecía como era en realidad: cabello castaño oscuro, corto, delgado, con pequeños colmillos en la mandíbula superior que le mordían el labio. Solo quería terminar el trabajo que le preocupaba. De repente, una gran sombra cayó sobre él. El niño levantó la cabeza ligeramente sin comprender, inclinándola hacia un lado. Alguien se elevaba sobre él, sonriendo con picardía. Y este alguien rápidamente extendió la mano y agarró al niño. Estaba un poco desconcertado, pero exteriormente parecía tranquilo. Lo sujetaron cerca de la boca. Wow, ni siquiera un olor desagradable, el aliento era por alguna razón miel. El que lo retuvo era algo... extraño, ¿eh? Cabello rojo con las puntas teñidas de azul, flequillo cubriendo la mitad buena de la cara izquierda, dientes afilados, triangulares, como un tiburón, más bien. El niño trató de salir, pero fue arrojado sin contemplaciones a la boca abierta. ¿Por qué no dice nada?
No había salvia, pero estaba muy resbaladizo. El niño yacía sobre la cabeza de la lengua hasta la garganta. Sentimiento raro. Esperó a que le trituraran los dientes, pero, sin embargo, esto no sucedió. Solo lengua elástica suave y cálida.
El tipo grande cerró suavemente los labios para no lastimar al niño. Exteriormente, era serio, frío y despiadado. Pero no encajaba con lo que se pensaba.
"No le hagas daño al niño, no le hagas daño al niño", repitió mentalmente el hombre de ojos rojos, empujando ligeramente al niño hacia la garganta con la lengua. Suave y ordenado.
El chico se estremeció levemente y apretó los ojos con fuerza cuando la garganta se estaba acercando. De repente, su cabeza se sumergió en él, y luego sus hombros se abrieron paso. La garganta del tipo grande se estiró un poco, aceptando a un nuevo invitado. Ojos Rojos tragó con cuidado, llevándose la mano a la nuca, tratando de sentir a su pequeña "presa".
Golondrina y chico empujaron más profundo. Estaba bastante lleno. Luego otro trago, más y más. El niño se movía con violencia, tratando de pasar lo más rápido posible por el esófago, porque le costaba mucho respirar. Se sorprendió un poco de que, al pasar por el corazón, no escuchó latidos. Sólo un zumbido silencioso y un zumbido como un mecanismo.
El hombre de ojos rojos contuvo la respiración, tragando con cuidado. No quería hacerle daño al niño en absoluto. Simplemente no estaba de humor para algo que explicar. El chico exhaló en silencio cuando el bulto en su cuello desapareció detrás de la clavícula. Luego sintió que el invitado llegaba a su destino: en el estómago. Había una agradable sensación de plenitud y saciedad, de la que hacía falta tanto tiempo...
El niño inhaló profunda y convulsivamente cuando su cabeza estaba en un espacio mucho más espacioso que el esófago. Se deslizó suavemente a lo largo de la pared del estómago, que saltó ligeramente, suavizando el aterrizaje. El niño estaba presionado contra la carne suave y casi afelpada. Su estómago todavía estaba un poco apretado, pero podía moverse con bastante libertad. El niño se sentó en el "suelo" y se preguntó si debería tomar medidas para protegerse.
El hombre de ojos rojos sonrió ante la sensación de calor en su interior y se sentó debajo del árbol, poniendo su mano sobre su estómago. Luego comenzó a acariciarlo a escondidas, tratando de calmar al niño.
- Oye, pequeña. ¿Estás bien, espero?
No hubo respuesta, eso hizo que el tipo comenzara a preocuparse.
El niño sonrió con el borde de la boca y de repente se tumbó boca arriba, tirando las piernas sobre la carne y poniendo las manos debajo de la cabeza.
"Bueno, querías comerme tanto y lo hiciste. Entonces, ¿por qué ahora empezaste a preocuparte por mí cuando estoy aquí en tu estómago, eh?" - todo esto se dio en la cabeza del pelirrojo, quien saltó con sorpresa y se quedó mirando su barriga un poco más grande.
- ¡Dios! ¿Qué fue ahora? ¿Por qué no puedo escucharte así, pero está en mi cabeza?
"Estoy sin voz, idiota".
- Sin voz? ... oh, Dios, - el chico se llevó la mano al estómago y presionó ligeramente, - lo siento, no lo sabía. Pero... ¿cómo te comunicas?
"Telepatía, ¿has escuchado al menos una vez? Hm. Entonces, ¿debería comenzar el proceso de tu asesinato?"
- ¡¡Qué… no!! ¡¡No te voy a matar, estás a salvo, maldita sea!!
El chico gruñó y puso su mano en la pared del estómago. De las puntas de sus dedos sopló frío.
"Mi nombre es Rain"
ojos rojos tragó saliva, sintiendo malestar por dentro.
- Soy Retinazer. Estás bien, honesto. No voy a hacerte sentir mal.
Rain sonrió maliciosamente.
Verificaría cómo cumples tu palabra. - se relajó y finalmente miró a su alrededor:
"Ya sabes, pero hace bastante calor aquí. Tal vez incluso pueda tomar una siesta. Ten cuidado, si algo sale mal ..." - los dedos se volvieron aún más fríos.
- ¡Entendí, entendí! - resopló Reti y se pasó la mano por el estómago. - Oh, tú, pequeño bastardo...
Rain adormilada cerró los ojos. Estuvo buscando un lugar cálido durante mucho tiempo. Bueno, se las arregló para encontrarlo. Esperaba que todo estuviera bien. Ya no quería matar a este tipo. Quizás descienda a la misericordia, pero por ahora... el chico cayó en el reino de Morfeo.