VEINTIUNO

332 36 8
                                    

Luego de guardar todas sus cosas con ligereza, Jimin decidió que era hora de retirarse a casa.

Después de divagar por los pasillos del colegio tratando de llegar a la salida, escuchó que alguien dentro de una de las tantas aulas, murmuró su nombre.

Su leve sonrisa se borró de golpe, se dio la vuelta deseando que no fuera quien el pensaba, pero lamentablemente fue.

Estaba Lee Taemin, apoyado en una de las paredes, con sus manos en los bolsillos, mirándolo con su típica cara de desagrado. Jimin respiró hondo y entró al aula dejando su pesada mochila a un lado de una mesa.

—¿Llevas abrigo? Ni siquiera hace frío. —le dijo Lee.

Jimin trató de no rodar los ojos.
—Estamos en otoño.

—Que patético. —respondió tratando de hacerlo reír aunque ni siquiera funcionó.

Jimin sólo siguió parado ahí, mirándolo.
—¿Que quieres, Lee?

El nombrado al escuchar como el menor había pronunciado su nombre, se acercó a él y levantó las manos con la intención de acariciar su cara.

Pero Jimin, como si las manos del otro fueran dos insectos, las apartó de un manotazo.
—No me toques.

Ante la reacción del chico, Taemin frunció el ceño.
—¿Que te pasa? Te estoy tratando bien.

—Te dije que ya no quiero verte. —le explicó tratando de mantener la postura.

—Si, y no te creo. —le sonrió fanfarrón.

—¿Qué?

El más alto se acercó aún más a el para intimidarlo.
—Es evidente que temes que nos descubran.

Jimin rió al escuchar tales palabras.
—¿Por qué le temería a eso? —volvió a reír. —Toda la escuela sabe que soy gay.

Al no obtener respuesta del otro que sólo lo miraba con los labios apretados continuó diciendo:
—Tú eres el que teme que nos descubran.

Taemin lo siguió mirando sin encontrar alguna respuesta concreta a todo lo que el chico le estaba diciendo, y eso a Jimin le colmó la paciencia.
—Ni siquiera me miras cuando hay otras personas.

Sintió que enfurecía aún más cuando el flashback de Taemin besando a esa chica cruzó por su mente.
—Ni hablar de que tienes novia. —le mencionó.

Al escuchar eso, Lee abrió sus ojos de par en par tragando saliva.

Y Jimin notó lo incómodo que este se puso.
—Si, te vi con ella en la puerta del colegio. —negó con su cabeza. —Gracias por contármelo. —rió sarcástico. —Oh espera, no lo hiciste.

La mirada del mayor se vió cristalina y sus puños se apretaban cada vez más.
—No te enojes solo porque no salí del clóset. —le respondió finalmente.

—No estoy enojado por eso. —le dijo Jimin. —Si tienes dudas, está bien. Tomate tu tiempo. —lo miró con decepción. —Yo te habría apoyado...
Los ojos del menor se notaron borrosos debido a las lágrimas que luchaban por salir.
—¿Crees que no sé cómo es tratar de resolver tu sexualidad?

—¿Y por qué te enojas? —le reclamó Taemin.

El menor perdiendo la paciencia se acercó aún más a él.
—Estoy enojado porque nunca te importó lo que yo siento. —sus ojos empezaron a nublarse aún más. —Solo nos vemos cuando tú quieres. Donde tú quieres. ¡Cuando solo tienes ganas de besar a un chico! —terminó desahogandose y respiró para calmarse un poco. —Yo no te importo para nada.

Taemin bufeó por la nariz mientras trataba de respirar adecuadamente por la furia que estaba empezando a sentir.
—No es como si tengas mucho para elegir, ¿verdad? —escupió cruelmente.

Jimin bajó la cabeza avergonzado al escuchar lo que el mayor le había dicho y luchó con todas sus fuerzas no largarse a llorar en frente de él.

Lee al ver que había tocado el punto débil del chico creyó que era el momento perfecto para besarlo.

Y eso hizo.

Estampó al menor contra la pared asustandolo y uniendo sus labios mientras lo obligaba a quedarse quieto.

—¡No! —murmuró Jimin entre el beso.

Lee se separó un momento para mirarlo a los ojos mientras lo apretaba cada vez mas fuerte contra la pared.
—Jimin, me gustas, pero aún tengo dudas. ¡¿Que quieres de mi?! —dijo desesperado para volver a besarlo forzosamente.

—¡Basta! —gritó Jimin llorando y tratando de soltarse del violento agarre del otro.

En unos segundos, sintió cómo Taemin se separaba de repente y al abrir los ojos este estaba tirado en el piso.

En frente de él, Min Yoongi, quien había sido el responsable de apartar de un fuerte empujón a Lee.

Yoongi un poco agitado por su acción, miró a Taemin frunciendo el ceño, sintiendo como el coraje por lo que acababa de pasar se trasladaba por todo su cuerpo, le gritó:
—¡Te dijo que no!

El mayor de los tres, se paró del piso asombrado y asustado por la repentina presencia de Min Yoongi en el aula.

Yoongi lo único que hizo fue expresar a través de sus ojos el mayor asco de todos mientras miraba a su compañero de séptimo.
—¡Vete! —le gritó furioso.

Para su suerte y la de Jimin, Lee sólo se marchó a un paso rápido de ahí.

Min dió media vuelta lentamente para no asustar al chico y vió cómo este limpiaba sus propias lágrimas.

Sintió mucha pena por él pero lo único que se atrevió a hacer fue acariciar suavemente su hombro.
—¿Estas bien? —murmuró despacio.

Jimin lo miró avergonzado y rápidamente bajó la cabeza.
—¿Oíste todo? —le preguntó.

Yoongi asintió.
—Casi todo.

El menor se sintió aún más avergonzado.

El capitán notó la incomodidad del chico y de nuevo le acarició el hombro.
—Yo simplemente... Quise comprobar que de verdad estuvieras bien, me preocupó que te fueras tan temprano de la práctica. —le explicó.

Jimin lo miró apenado.
—Disculpame por eso.

Yoongi inclinó la cabeza confundido.
—Está bien, no tienes por qué disculparte.

—Si... disculpa.

Min rió despacio.
—Te disculpas demasiado...

Cuando Jimin iba a pronunciar la palabra "disculpa" por tercera vez, el mayor lo interrumpió.
—No lo digas. —volvió a reírse.

Jimin sonrió disimuladamente.
—Quiero decirlo. —trató de ser gracioso para ver reír de nuevo a Yoongi, le gustaba como sus tiernas encías relucían cuando lo hacía.

Funcionó ya que mientras reía el mayor le dijo:
—No lo hagas.

El menor admiró a Min por unos segundos sin darse cuenta. Yoongi al sentir la intensa mirada del otro sintió un escalofrío y rápidamente reaccionó.
—Uhm... Mejor salgamos o nos quedaremos encerrados.

Juntos y a la par, caminaron en un profundo silencio hasta la salida deteniéndose en el borde de la calle.

Jimin miró hacía todos lados y después señaló el norte de la calle.
—Voy para allá, así que...

Yoongi asintió y señaló el sur.
—Yo voy para allá.

Jimin sonrió y levantó su mano para sacudirla en el aire.
—Adiós, Yoongi.

Min hizo lo mismo.
—Adiós, Jimin.

Y cada uno se dió la espalda y tomaron su rumbo a casa con una gran sonrisa plasmada en el rostro.

Heartstopper (YM au)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora