SESENTICUATRO

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Gracias a la luz que atravesaba la ventana y el ruido de las gotas golpeando el vidrio, Jimin se despertaba un día más del corto sueño que había logrado conseguir

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Gracias a la luz que atravesaba la ventana y el ruido de las gotas golpeando el vidrio, Jimin se despertaba un día más del corto sueño que había logrado conseguir.

A penas sus músculos reaccionaron, tomó su teléfono con la esperanza de ver una notificación de ese chico, pero no fue así, su bandeja de notificaciones estando vacía igual que cuando decidió irse a dormir anoche.

La fiesta había un desastre, ni hablar de lo que pasó durante esta.

Los flashbacks de los labios de Min Yoongi pegados a los suyos aparecieron en su mente y sintió un escalofrío, se sintió aún peor cuando su mente le hizo recordar cómo el chico había prácticamente huído de ahí cuando escuchó las voces de sus amigos.

Un malestar en el estómago de Jimin se instaló y realmente no quiso que su día empezara con el pie izquierdo, así que se levantó de su cama y caminó lento escaleras abajo hasta el baño para lavarse los dientes.

Sus ojos se veían un poco hinchados por haber lloriqueado hace unas horas pero no le importó, miró la pequeña ventana de su baño y por primera vez en el día se dió cuenta que la lluvia era realmente agresiva allá afuera.

Cuando terminó de enjuagar su boca, la puerta de su casa fue tocada pero también decidió restarle importancia pensando en que su madre abriría.

—¡Jimin, alguien toca la puerta! —gritó su madre desde el piso de arriba.

Así que solo se limitó a resoplar y caminar frustrado hasta llegar a la entrada de su casa y girar el picaporte.

Pero lo que se hallaba delante de esa puerta, más bien dicho quíen, nunca se lo habría imaginado ni en un millón de escenarios.

Estaba Min Yoongi, empapado entero por la lluvia, agitado y sin aliento, su pecho subía y bajaba como si una maratón hubiera corrido, sus ojos fruncidos por las gotas que caían en su bello rostro.

Jimin se quedó por unos segundos paralizado en su lugar y de verlo al chico así, ahí, en su maldita casa, con tremendo clima.

—Hola... — saludó Yoongi.

—Hola... —respondió Jimin aún en un transe.

Heartstopper (YM au)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora