04 | CAPITULO 04 |

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04 | De amigos amables, sonrisas fugases y chantajes emocionales |

Christopher era un año y medio mayor que Felix. Cuando se graduó de preparatoria decidió no estudiar la universidad y en su lugar consiguió un empleo en un restaurante para ayudar a su madre con los gastos del hogar y los medicamentos de la abuela. Cuando tuvo un poco de dinero ahorrado decidió comprar un auto para poder desplazarse con mayor facilidad, y como Felix se encontraba por su vecindario y la preparatoria le quedaba de paso, termino pasando a casa de Felix para recogerlo y llevarlo a la escuela todos los días.

Y aunque Felix estuviese agradecido con su mejor amigo por hacer esto para que su madre no tuviera que preocuparse por saber si llego o no a su destino tomando el autobús, en estos momentos estando en el aula sólo con la presencia de Hwang, Felix se estaba arrepintiendo enteramente de la amabilidad de Christopher.

— Buenos días.

El rubio palideció al escuchar la voz soñolienta del pelirrojo y debatió internamente si regresar o no su saludo. Pensó en dejarlo y hacer como si no hubiese escuchado, entonces, como si fuese un día de ''Feliz no tiene suerte'', el diablillo que manejaba su corazón y su cerebro se pusieron de acuerdo haciendo que recordara que su madre lo educo con buenos modales.

— B-Buenos días.

Pronuncio aquel saludo de una forma casi inaudible, pero lo suficientemente fuerte como para que el otro chico la escuchase y dibujara una pequeña sonrisa satisfecha en su rostro, sonrisa que Felix no logro ver.

Poco a poco el aula comenzó a llenarse con otros estudiantes y después de la segunda clase, Hwang desapareció.

°°°

Una hora más tarde, durante la clase de física, un profesor llamo al aula interrumpiendo.

— Buenos días jóvenes. Lee Felix, la tutora quiere verte en su oficina.

De pronto las miradas cayeron sobre el pecoso haciéndolo sentir un poco nervioso, incluso sus dos amigos lo taladraban con los ojos por la sorpresa. Felix cerro su libro y salió del aula dirigiéndose a la oficina de la consejera, una vez llego toco la puerta y esta fue abierta por una mujer un tanto joven que le indico pasar.

— Hola Felix, toma asiento, no tardo nada.

La mujer se levantó de la cómoda silla y camino al baño de su oficina y Felix no le hubiese dado nada de importancia de no ser por el hecho de que llevaba lo que para él parecía una eternidad esperando.

5 minutos después la mujer salió de su escondite colocándose nuevamente frente al rubio y sonriendo de manera amigable.

Félix se encontraba demasiado confundido. Antes de hoy nunca lo habían mandado llamar a la oficina de nadie, ni siquiera a la del director, solo asistía a la sala de profesores cuando le pedían de favor que entregará trabajos o impresiones.

La mujer comenzó a hablar. Una y otra vez divagaba ente preguntas básicas del tipo: "¿Cómo ha estado tu día Felix?", Pero entonces menciono aquello por lo que el pecoso fue requerido en ese lugar y Félix no consiguió hacer algo más que explotar.


°°°


— ¡¿Qué quiere que yo haga qué?! — la joven mujer parada frente a mí me observaba con una expresión de total suplica, casi como si fuese su última opción.

— Por favor, te lo pido más como amiga que como profesora. Además, esto es mucho más fácil y rápido para que puedas graduarte. Solo debes hacer lo que te pido.

— ¡Exacto! y solo para ser claros, ¿se da cuenta de lo que me está pidiendo?

— Es una simple tutoría. Nada del otro mundo, tus calificaciones son buenas y tu actitud una de las mejores, siempre sonriente. Estoy segura que le ayudaras bastante. — dijo en un intento por convencerme.

Por un momento deje que la idea se formara en mi mente, yo dándole tutorías a él...no gracias, me niego.

— Lo lamento, realmente no puedo hacerlo.

— Bien. — de un momento a otro la mirada que tenía en sus ojos se volvió más profunda, la mueca en su rostro se deformo en una sonrisa ladina y decidida, y su postura se compuso en una autoritaria, me miro directo a los ojos causando en mi un poco de miedo por lo que parecía una repentina muestra de desinterés, entonces hablo — Voy a suponer que entiendes que la firma que debes obtener en ese papel para poder finalizar tu servicio y con ello tus estudios es la del tutor escolar, o sea la mía, ¿verdad?

Pero que mierda... ¿Me está chantajeando?

— Piénsalo. Son solo dos días a la semana, te aseguro que el chico no es tan malo como parece.

¿Sí? usted no lo vio gritarle al profesor y acabar con nota reprobatoria ¡EL PRIMER DÍA!

— Entonces, ¿lo harás?

Suspire de forma pesada, regrese mi vista hacia el escritorio, justo a esa placa grabada con ''TUTOR'' y después mire una vez más los documentos del servicio escolar y sin despegar mis ojos de ellos respondí. — ¿Tengo alguna otra opción?

Solo es un chico de 17 años no puede ser tan malo... ¿o sí?



LECCIONES DE AMOR | Hyunlix |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora