Sentado en el Borde

Capítulo 2

Luigi se despertó sintiéndose cálido y pesado. Miró a su alrededor para ver a todos los niños Koopa todavía acurrucados a su alrededor, pero la mayoría de ellos estaban despiertos. Solo Junior y Lemmy estaban dormidos. Con cuidado, Luigi se sentó, acurrucándose alrededor de Junior para mantenerlo dormido mientras lo hacía. "Buenas tardes." Saludó a la familia Koopa, sonriendo al ver cómo cada uno de los niños se animaba y lo rodeaba. No pudo evitar reírse mientras todos trataban de llamar su atención.

Cuando llegó la hora de la cena, todos los niños tuvieron que irse, pero prometieron regresar al día siguiente cuando pudieran, y todos los días que Luigi estuviera en el castillo también. Y entonces Luigi estaba solo otra vez.

Podía sentir una frialdad en el pecho. Tenía un mal presentimiento sobre la reacción de Mario. No había sido un descubrimiento reciente para Luigi descubrir que a Mario no... a Mario no le importaba como antes. Por supuesto, todavía amaba a Luigi, ¿verdad? ¡Eran familia! La única familia que tenían en este reino.

Pero incluso Peach había notado el cambio en Mario, acudiendo a Luigi preocupada por la eventual seguridad del plomero verde, preocupada de que si Mario se embarcaba en otra aventura y arrastraba a Luigi, entonces Luigi podría ser el único que no regresaría. Hubo una llamada cercana una vez, y desde entonces, parecía que a Mario le importaba cada vez menos su hermano.

Luigi finalmente se acomodó de nuevo en el alféizar de la ventana. Podía ver la luz del Reino Champiñón desde su ventana. Sabía en el fondo de su corazón que Mario no vendría, pero aún le dolía pensar en ello. Ni siquiera tocó su cena, preocupando a los guardias.

Luigi se fue a dormir temprano, incluso después de haber dormido la siesta todo el día. Simplemente no se atrevía a permanecer despierto por más tiempo cuando pensaba que Mario no vendría por él. Bowser acababa de extrañar a Luigi nuevamente, pero los guardias le dijeron que rechazó la cena.

Se formó un hoyo en el fondo del estómago de Bowser, una extraña preocupación lo llenó por la seguridad del humano. "Asegúrate de que alguien esté con él cuando reciba comida de ahora en adelante. No dejes que las salte". ordenó Bowser. "¡Me importa una mierda quién sea, solo asegúrate de que el humano coma!" Espetó, corriendo en la distancia.

Los siguientes días fueron similares. Bowser siempre parecía extrañar hablar con Luigi, pero siempre veía a Luigi consolando a sus hijos y jugando con ellos. Y había un Koopaling con Luigi para cada comida, el humano no podía rechazar la comida frente a los niños. Luigi no quería preocuparlos después de todo...

Finalmente, al final de la semana, Luigi fue llamado a la sala del trono una vez más.

Bowser había estado temiendo esta conversación, e incluso ahora viendo al hombre vestido con un suéter de cuello alto suave y algunos pantalones de chándal... Empeoró la sensación.

"Mario no viene, ¿verdad?" Luigi habló primero, ya que parecía saberlo.

"¿Cómo lo sabes?" preguntó Bowser, sorprendido. Eran solo ellos en la sala del trono, Bowser tenía suficiente sentido común para no avergonzar al hombre.

"Tuve una sensación." Luigi admitió con tristeza.

Bowser se quedó en silencio por un minuto. "Eres libre de irte. De nada sirve tenerte aquí si no consigo lo que quiero". Bowser descartó, viendo la mirada derrotada en el rostro de Luigi. "Haré que alguien te lleve de vuelta".

"No hay necesidad. Me gustaría aclarar mi cabeza en el camino de regreso. Tomaré el tren". Luigi le dijo a Bowser, saliendo cojeando de la sala del trono, su muleta golpeando tristemente contra el azulejo.

Luigi estuvo empacado en menos de una hora. Los Koopalings se mantuvieron alejados para que la partida fuera un poco más fácil, pero Luigi anhelaba escuchar a alguien que realmente pareciera preocuparse por él.