Después de que el gobernador atacara la prisión, Khai hará todo lo posible para encontrar a su hermanita y a su grupo, con la ayuda de su mejor amigo Glenn, una "enemiga" que se había vuelto amiga y tres nuevos sujetos, entre ellos una latina que ro...
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Llevamos caminando bastante tiempo, hacía demasiado calor y ya casi no teníamos agua ni comida, lo único que nos quedaban eran unas cuantas nueces pecanas.
Desde esa noche en la que casi nos besábamos Rosita y yo, la latina me había dejado de hablar, se la llevaba pegada al maldito pelirrojo y cada que me acercaba a ella para hablarle, esta me evadía por completo.
Una caminante se acercaba a nosotros dispuesta a mordernos — yo me encargo— dijo Michonne y luego soltó una risita irónica al querer usar su katana la cual no se encontraba en su espalda pues los de Términus la habían tomado, tomó su arma y golpeó la cabeza de la caminante con la culata de ésta
—Por eso debemos esperar nuestro momento —escuché al pelirrojo decirle a la latina
Rosita soltó una pequeña risa y le contestó —Si, está bien — y siguió caminando, suspiré al ver qué pasó enseguida de mi sin decir nada
—¿Qué fue lo qué pasó entre ustedes dos? —Olivia llegó a mi lado
—Honestamente pulga —rodeé sus hombros con mi brazo — ni yo se qué pasó, simplemente comenzó a ignorarme
—Comenzaba a caerme bien — hizo un pequeño puchero
—Igual a mi, Liv
Seguimos caminando hasta que la noche cayó, Eugene, Glenn y Daryl hicieron una pequeña fogata, miré hacia Maggie la cual se encontraba un poco alejada del grupo
—Hey— tomé asiento enseguida de ella
—Hey— me respondió de vuelta, recargando su cabeza en mi hombro
—La vamos a encontrar —le dije y ella volteó a verme— a Beth, la vamos a encontrar —ella asintió con una sonrisa y ambas nos quedamos en silencio
—¿Te gusta verdad? —dijo de la nada y miré hacia donde estaba mirando
Rosita y Abraham
—¿Rosita? no, no me gusta —dije rápidamente y Maggie levantó su cabeza de mi hombro
—Nunca dije que fuera Rosita —me miró con una sonrisa
Mierda, yo solita me acabo de delatar
Suspiré y miré de nuevo a la latina, la cual era abrazada por Abraham— tal vez me guste un poco
—Lo sabía —Maggie recargó su cabeza de nuevo en mi hombro
—Estuvimos a punto de besarnos —le dije después de quedarnos en silencio, Maggie levantó la cabeza y me miró, rápidamente posé mi mano en su boca porque sabía que iba a gritar — Ughh, ¡Maggie! —le dije cuando sentí su lengua en mi palma, quité rápidamente mi mano y la limpié en mi pantalón
—¿Cómo está eso de que casi se besan? —susurró/gritó
—¿Quiénes casi se besan? —preguntó Olivia, solté un quejido cuando ésta se lanzó a mi regazo
