La Energía de las Emociones

9 Pactos y rituales con los entes energéticos

Es importante entender que los entes energéticos, en sus diversas formas, poseen un cierto nivel de conciencia. Son conscientes de sí mismos y de su entorno, y tienen la capacidad de interactuar con él de manera que beneficie su existencia y crecimiento. Esta interacción puede llevar a lo que se conoce como un pacto, un acuerdo entre una persona y un ente energético.

 9.1 Pactos y rituales

En términos sencillos, un pacto es un intercambio de energías. Cuando se hace un pacto con un ente energético, se establece una conexión entre el individuo y el ente. Este vínculo puede ser beneficioso, pero también puede tener consecuencias perjudiciales.

Los entes energéticos, ya sean considerados "buenos" o "malos", siempre buscarán el beneficio en cualquier pacto. Un ente "bueno" puede desear que todo mejore para la persona con la que ha hecho el pacto, buscando a través de este proceso fortalecerse y crecer. Por otro lado, un ente "malo" puede desear que la situación del individuo o de los demás empeore, alimentándose de las energías negativas que esto genere.

Por tanto, aunque puede ser tentador establecer pactos con estos entes, es importante evitarlo a toda costa. Siempre hay un coste, y a menudo es más alto de lo que uno está dispuesto o puede permitirse pagar.

En cuanto a los rituales, hay una serie de prácticas antiguas que se cree que facilitan la comunicación y la interacción con estos entes energéticos. Un ejemplo notable es el festival celta de Samhain.

Samhain, que se celebra el 31 de octubre, es conocido como el "Día de los Muertos". Se cree que durante este tiempo, el velo entre el mundo de los vivos y el mundo de los muertos es más delgado, facilitando la comunicación con los entes del otro lado. Este festival fue adoptado y modificado por diversas culturas a lo largo del tiempo, evolucionando hasta convertirse en lo que hoy conocemos como Halloween.

El ritual de Samhain a menudo implicaba encender hogueras y ofrecer sacrificios para honrar a los muertos y apaciguar a los entes energéticos. Hoy en día, aunque los sacrificios y las hogueras han sido en su mayoría reemplazados por las fiestas de disfraces y la recolección de dulces, la esencia del festival sigue siendo la misma: un reconocimiento y respeto hacia los entes energéticos que nos rodean.

Recordemos siempre que interactuar con estos entes energéticos debe hacerse con cuidado y respeto. Aunque pueden ofrecernos comprensión y crecimiento, también pueden llevarnos por caminos que no deseamos recorrer. Por lo tanto, es esencial mantener una postura de respeto y cautela al tratar con ellos.

9.2 El Universo como un Ente Energético Global

Es fascinante considerar la posibilidad de que el universo en sí mismo pueda ser percibido como un ente energético global, una entidad vasta y omnipresente que abarca y controla todo. Este ente, distinto a la energía telúrica de la Tierra, es un concepto vasto y poderoso, no necesariamente malvado, pero sí astuto y siempre buscando expandirse y crecer, sin importar el costo.

Podemos imaginar este ente universal como una figura similar a Cronos, el antiguo dios del tiempo en la mitología griega. Cronos, conocido por su paciencia y su astucia, era un dios que siempre parecía encontrar una manera de salir adelante, a pesar de las adversidades. Del mismo modo, este ente universal siempre está trabajando, siempre buscando crecer y expandirse, siempre ganando en el vasto juego del tiempo y el espacio.

Pactar con este ente universal puede ser tentador. Después de todo, ¿qué podría ser más poderoso que formar un pacto con el mismisimo universo? Pero hay que tener en cuenta que, al igual que Cronos, este ente universal es astuto y paciente, y siempre busca su beneficio. Los pactos con el universo no son para los débiles de corazón. Son compromisos intensos, profundos y a menudo desafiantes que pueden llevar a grandes recompensas, pero también a grandes sacrificios.

Además, el universo, al igual que Cronos, es una entidad que no siempre escucha. Puede que pase siglos sin prestar atención a un pacto particular, sólo para reclamar su pago en el momento más inesperado y seguramente inoportuno. Y cuando el universo decide cobrar, puede ser implacable.

Por lo tanto, es esencial tratar con el universo con el mayor respeto y cautela. Si decides hacer un pacto con el universo, asegúrate de estar preparado para las consecuencias. Recuerda que el universo es paciente y siempre gana. Cada error se cobra caro y cada triunfo se gana con esfuerzo. En este vasto juego de energías, es importante recordar que, al final, todos somos parte de este ente universal, navegando por sus corrientes, creciendo con él y siendo moldeados por sus fuerzas inescrutables.