Mi Bebé Para Siempre

De compras...

Jorge terminó de bañarse, salió del baño con una toalla en la cintura, vió a su pequeño en su cuna jugando con sus peluches lo cual le pareció muy tierno.
El pequeño estaba distraído, imaginando una aventura mientras jugaba con sus peluches, sin darse cuenta que su papi lo estaba observando.
Jorge:- Pequeño, he terminado, solo me cambio y nos vamos.
Juan:- Si papi, está bien- dijo sonriendo.
Jorge buscó su ropa, y escogió unos boxers azules, un pantalón negro y una camisa blanca, además de un par de zapatos.

Juan observaba sus movimientos, y se preguntaba así mismo si Jorge saldría de la habitación o se cambiaría enfrente de él. De pronto Jorge se quitó la toalla y por instinto volteó a otro lado para no ver a su papi desnudo, ya que le daba mucha pena, aunque sintió una pequeña erección, Juan solo se cubrió con sus manos, no era muy notorio, pero aún así le daba mucha pena.
Unos minutos después, Jorge lo sacó de la cuna, y lo cargó entre sus brazos.
Jorge guardo lo necesario en su mochila, un cambio de ropa completo, sabía que su bebé lo necesitaría, 2 chupones, algunos pañales y lo necesario para cambio de pañal, además de algunos juguetes.
Bajaron a la cocina, y Jorge preparó 2 biberones para su bebé, porque si llegara a tener hambre.
Salieron de la casa, Juan estaba muy emocionado y feliz, porque su papi no lo soltaba y lo llevaba en brazos. Abrió la cajuela de la camioneta y puso la mochila. Abrió la puerta del copiloto y sentó a su pequeño, y le colocó el cinturón de seguridad, luego Jorge se subió a la camioneta y comenzó a manejar.
Jorge:- ¿Cómo te sientes pequeño?
Juan:- Estoy emocionado y me siento muy feliz, porque estoy contigo- dijo con una gran sonrisa.
Jorge:- Gracias pequeño, yo también me siento muy feliz contigo, no sabes cuanto te extrañé, ahora no nos vamos a separar jamás.
Terminando de decir eso, los ojos de Juan se inundaron de lágrimas, las cuales Jorge limpió con su mano, y le dió un beso en la frente.
Jorge:- Ya no llores pequeño, mejor sonríe, que te compraré lo que quieras al llegar.
Juan se puedo muy feliz y dijo en su mente...
>Estoy tan feliz, quisiera decirle cuánto lo amo, y que quiero estar a su lado para siempre, pero que tal si él no me ama, y me rechaza, no quiero que eso pase<.

Mientras en la mente de Jorge.
>Mi pequeño es tan tierno, y aunque es mi bebé, lo amo, y quiero que está conmigo toda la vida, y poder ser algo más que su papi<.

Jorge:- Muy bien pequeño, ya llegamos- dijo feliz.
Juan:- Siii.

Jorge estacionó la camioneta, y se bajó, cargó a su pequeño y sacó la mochila, había mucha gente, y aunque Juan se sentía seguro, le daba un poco de pena, y Jorge se dió cuenta. Lo bajó, y lo tomó de mano, a Juan le encantaba tomar la mano de su papi.
Entraron y habían muchas tiendas y lugares que visitar.
Primero pasaron por una tienda de ropa, y Juan le gustaba todo, así como había ropa infantil, había ropa muy elegante, pasaron por diferentes secciones. Primero compraron, ropa para el pequeño, mameluco, overoles y pijamas. El pequeño veía que todo era un poco caro, pero para Jorge no era un problema. Después compraron ropa interior, trusas y briefs con dibujitos para el pequeño, y briefs y boxers para Jorge. Después fueron dónde se encontraba la ropa elegante. Jorge se compró algunos trajes, y le compró algunos a su pequeño, porque pronto iría a la oficina con él, y por supuesto, debe ir elegante. 
Después pasaron por la zapatería, dónde Jorge se compró 2 pares de zapatos negros y un par de tenis blancos, y le compró a Juan 2 pares de zapatos negros y 2 pares de tenis de diferentes colores.
Después fueron al supermercado, Juan no soltaba a su papi para nada, y lo apretaba muy fuerte de la mano.
Tomaron un carrito y comenzaron a andar, primero compraron cereales y galletas, para el pequeño, después pasaron por pastas, arroz, frijoles en lata, pan tostado, después por carne y algunas frutas y verduras. Después fueron a la sección de bebés, dónde Jorge compró biberones, chupones, toallitas, talco.
Los pañales los compraba por internet, ya que era difícil encontrar la talla perfecta para el pequeño. Y porqué no, después compraron muchos juguetes, peluches, leche en polvo y dulces. Aunque Jorge sabía que no eran sanos para su bebé, le podía dar algunos dulces algunas veces.