𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟔𝟎

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Estoy en Atenas Grecia lugar que solo me traes hermosos momentos y si pienso en Grecia pienso en mi pequeña, lo único que no me agradaba era que había venido aquí sin mi voluntad, eso solo era obra y gracia de Nickolas Harrisom.

Según el tuve que traerme hasta el otro continente para que yo no huya de el, acción que el solo tiene la culpa yo moría por estar a su lado o aún lo hago, más no puedo permitirme que mi hijo crezca en un ambiente tan tóxico, y es que la historia se vuelve a repetir.

Una vez fue Raquel ahora es su hermana, la cual no e visto más de dos veces en mi vida pero a proclamado el inmenso odio que tiene hacia mi, su único problema es que quiere que todo gire alrededor de ella lo cual no puede ser.

Mi decisión más que por mi es por el corazón que late dentro de mi, mi único objetivo en la vida es que ella sea una gran persona de bien y que no crezca con resentimientos hacia nadie, lo que claramente pasaría si permito que Rahel sea parte de su vida.

No pienso tampoco omitir esto a Nickolas, es su responsabilidad como mía y no fue este bebe que yo hice sola, sin duda este pequeño humano que llevo en mi vientre en su momento fue muy esperado por su padre, soy la mayor testigo de cuánto el lo deseaba, el quería que niños corrieran por toda la hacienda, amaran montar caballos y amén esas tierras como suyas que son por las cual su padre se a esforzado tanto.

-Nickolas - el me tenía en un abrazo sentía su respiración latente en mi cuello - también te amo pero no es posible, tu tuviste tu momento de tomar una decisión.

Me levanto y me alejo de el, camino hasta la ventana y veo por ella el tráfico pasar, no se qué pueda estar haciendo el a su espalda.

-Si? - lo volteo a ver estaba hablando por teléfono - si soy yo Rahel, que ganas llamándola si nada de esto va a ser que yo quiera estar a lado de la vida de alguien que no quiero yo te lo dije por fav.... - iba tras de el cuando cerró la puerta en mi cara y salió de la habitación.

Me miró en el espejo estoy en una bata de un hotel, sin mi pasaporte, no tengo dinero aquí, ni mi móvil, papá debe de estar preocupado llamando si quedamos de vernos en casa para la primera cena del año.

Me acuesto en la cama, las náuseas estaban acabando conmigo creó que cada día eran peor y más por las mañanas, el saber que el bebé está me a activado más las náuseas.

Ese día dormí mucho me desperté pasada las 2 de la tarde cuando Nickolas me despertó.

-estas lista - asiento enojada cuando salgo del baño luego de lavar mi rostro - aquí está tu móvil y tu maleta - miro si es mi maleta que lleve a Houston volteo a mirarlo - Mauro se encargó.

-Sal voy a cambiarme - rueda los ojos y estoy esperando que salga.

-Bárbara deja de ser tan ridícula tu cuerpo me lo sé de memoria - lo miro mal agarro la maleta y entro al baño más enojada.

Decido un conjunto de dos piezas un crop top y una falda hasta la mitad de mis piernas ambos del mismo color naranja, en mis pies me puse lo más cómodo que encontré que fue unas sandalias doradas, mi cabello estaba en ondas naturales y así lo deje.

-Ahora que? De vuelta a casa - asiente y sale de la habitación, voy tras de el.

-Señora Barbie - Mauro me aparece no se de a dónde - mire lo que le consegui - me muestra un envase con un dulce los ojos se me iluminan, no lo veo pero lo puedo sentir - es un dulce típico griego Baklava, como usted le gusta muchos los postre pensé que sería una pena venir a Grecia y no probar sus postres típicos.

-Gracias Mauro - tocó su hombro y el se aleja con una sonrisa

-Sr&Sra Harrisom fue un placer tenerlos en nuestro hotel esperamos su pronta visita - dice un hombre en nuestro idioma con un acento raro.

𝐋𝐥𝐚𝐦𝐚𝐬 | 𝐂𝐨𝐫𝐚𝐳ó𝐧 𝐄𝐧 𝐋𝐥𝐚𝐦𝐚𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora