𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟕𝟏

13 1 0
                                    

En una breve platica con el gordo quedamos que ya con nuestra hija 3 meses de nacida era el tiempo de empezar a organizar nuestra boda, sabía que este día para nosotros sería lanzar la hacienda por la ventana en el hecho de que íbamos a hacer la fiesta del año o por lo menos para nosotros y nuestros invitados.

Las exigencias y gustos de el Señor Harrisom hicieron volar mi cabeza solo con el lugar ya tenía bastante, el tenía muy claro lo que quería para ese día mientras yo solo sabía que quería que ese día fuera increíble para ambos, el plan siempre fue que con Betsabé muy recién nacida empezaríamos los preparativos, más nos tomo de sorpresa la prematura desaparecion física de Raquel.

Con todo esto di un grito de emergencia a mis mejor amigas, Dará estaba en Seattle había tenido que viajar un mes para hacerse toda una larga lista de exámenes y pruebas por la enfermedad que casi no las arrebata en el pasado, está vez fue con ella su hermana Darían y Dave que jamás la deja sola.

Alana no pisaba Wyoming desde la muerte de Raquel y es que Máximo fue el más afectado con esta terrible desgracia, no era para menos el realmente amo esa mujer y esto no dice que no ame a Alana, claro que lo hace pero el que no ocultara su dolor y su luto lo hace humano, tenía todo el derecho de dolerle y eso Alana lo sabía.

Máximo había estado viviendo con nosotros y así lo decido yo cuando me di cuenta que entre todo el dolor que el sentía por lo ocurrido, el tener a Betsabé entre sus brazos lo mantenía con nosotros, nunca podría olvidar aquel día en que mi hermano llegó aquí con el corazón destruido al ver a Raquel muerta en la cama en la cual ambos descansaban en sus noches de casado.

Entre otras cosas y mucha tristeza el sol volvía a salir para nosotras, después de casi 5 meses Nickolas volvió a viajar y es que Chicago ya urgía de su presencia, yo estaba sola en casa con mi hija y Nora, bueno y Máximo que llegaba solo por las noches.

-señora - alzó la mirada del ordenador era uno de los peones de la hacienda - era para informar que avisaron de portón que la señora Salmers y Blackweer están llegando a la entrada principal de la casa.

-Gracias - me pongo de pies y cierro el ordenador sobre la mesa, estaba aprovechando que Betsabé dormía para trabajar un poco en la terraza.

Salgo de casa esperando por ellas, realmente quería mucho ver a Alana no la veía desde el día que nació Betsabé por las razones que ya explique.

-Oh My God - dice cuando baja del auto y corre hasta mi para alzarme en sus brazos - hola mi Barbie hermosa - nos metemos en un gran abrazo del cual casi me hace caer - no pareciera que hace 3 meses tenías una inmensa barriga, estás buenísima como siempre - rio porque es verdad.

A tres meses post parto me sentía muy satisfecha por cómo se había recuperado mi cuerpo, e vuelto a usar mi talla de antes de estar embarazada es como si nada hubiera pasado solo que tengo a una princesa en mi vida que puedo llamar hija.

-Barbie - me doy un beso en cada mejilla con mi Daríta.

-como te fue en Seattle? - si, eso es lo primero que pregunto.

-Donde está mi bebé?- pregunta Alana por Betsabé, busco en mi móvil y le enseño dónde está dormida - ay Bárbara voy a despertarla - niego, si la despiertas se vuelve muy sensible y por todo llora.

-no, déjala que se despierte sola ya tiene más de dos horas dormida, vengan - las llevo conmigo dentro de casa hasta la terraza.

-hoy tuve la cita con el Dr y me a dado de alta nuevamente por 6 meses, los exámenes están bien yo estoy bien - doy unos aplausos sin sonido mirándola, sus ojos brillaban mientras tenía una inmensa sonrisa en sus labios - creo que aún hay mucha tía para todas mis sobrinas - me levanto para ir con ella y abrazarla, Alana se nos une.

𝐋𝐥𝐚𝐦𝐚𝐬 | 𝐂𝐨𝐫𝐚𝐳ó𝐧 𝐄𝐧 𝐋𝐥𝐚𝐦𝐚𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora