Digamos adiós

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Una chica de pelo negro mira melancólicamente una casa descolorida.

Por su mente pasaban muchas cosas, el abandono de su padre, el actuar de su madre y por sobre todo, ahora tener que partir a una ciudad mucho más pequeña.

Mientras la chica descansaba en el asiento empezó a desesperarse por ya haber estado media hora encerrada en el auto, así que decidió sacar algo de estrés hablando en voz alta

-gh! POR QUE SE TARDA TANTO ESTA MUJER!-Exclamó. Para su sorpresa fue lo suficiente mente alto para que su madre, que acababa de cerrar la puerta de casa la escuchara.

Avergonzada, pero sobre todo apurada, su madre respondió- Ya estoy, ya estoy,-Su madre, tomando aire volvió con su hija y entró al auto

-disculpa mi vida, estaba terminando de empacar y mover algunas cosas para la mudanza,-Su hija todavía respondió rápido para evitar seguir con la conversación, no le agradaba nada hablar con su madre últimamente.

puede que sea por el hecho de tener 17, quien sabe.-Okay, ya vámonos,-

su madre con ahora un rostro descompuesto toma el volante y empieza su viaje, ignorando el hecho de que su carnet de conducción esta mas que vencido.

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Mientras seguían el viaje, viendo cómo pasaban todos esos escenarios que solía recorre, su ansiedad iba acumulándose en su corazón, preocupaciones quizás banales, pero no dejaban de ser suyas,su casa será horrible, tendrá un cuarto incómodo, la rechazarían sus compañeros?.

Toda clase de pensamiento que hacían que su estómago se sintiera como un agujero oscuro que pronto terminaría absorbiendo la

La muchacha ahora imitando a la perfección la expresión de descompuesta que puso anterior mente su madre se abrazo a si misma y trato de liberar su mente mirando su celular, que aunque ignoraba vibraba con insistencia desde hace ya un rato

Lo tomo y cambiando un poco su expresión se reflejó en la pantalla un acara de enojo y desagrado

Diana:...por qué no los bloquee...

Exclamó susurrando

Exclamó susurrando

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