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Aún recuerdo la primera vez que entre en depresión, aún era una niña y como la hermana mayor tuve que cargar con una gran responsabilidad.

El tener que ser el ejemplo de todo, ser comparado con muchas personas, el ser criticado, bajar los ánimos en muchas maneras y entre otras cosas. Todo ese peso, genero un gran cambio tanto físico y mental. Desde temprana edad fui mandada a clases extras para rebasar a los demás, en mi cabeza siempre había una voz con pensamientos negativos que al pasar los días siempre me bajaban el ánimo.

Algunas de las tantas cosas que me decía esta voz que retumbaba dentro de mi cabeza eran:

"Es tu culpa", "si no hubieras nacido, talvez tu madre seguiría sus estudios", "Eres un estorbo", "Solo desaparece..."


Son palabras bastante fuertes o por lo menos para una niña de tan solo ocho años. El estar repitiéndome ¿por qué no soy normal?, ¿por qué nací?, ¿por qué, por qué, por qué tuve que existir? Tanto era que logré desarrollar lo que es la ansiedad y la depresión que hasta hoy en día me siguen atormentando...

Las voces en mi cabezaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora