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_____'s pov
–Wey no mames, otra vez escuchando tu música cagada.– le grité a mi hermana a través del volumen alto. Mientras yo recién llegaba a la casa– No chingues, bájale.– pedí.
Me tiene harta escuchando sus canciones feas todos los días y con el volumen así.
Me miró mal y ella siguió cantando sin importarle, mientras lavaba los platos.
–Cumplo la misión.– cantó con euforia mientras sostenía una cuchara en su mano.–Ropa deportiva o de diseñador.– siguió cantando una letra que claramente yo no sabía.
Rodeé los ojos, obviamente fastidiada. Cuando terminó la canción por fin bajó el volumen.
–No comprendo, ¿cómo no te puede gustar mi papi Peso Pluma?. Todas caen a sus pies.– dijo sentándose en el sillón a un lado de mí.
–Sabes que no es mi estilo.– le respondí obvia mirándola.– Además no entiendo su hype (emoción exagerada) por él, ¿qué le ven?.– me reí. –Es un marihuano promedio, como los que viven a la vuelta.
Ella frunció el ceño, molesta.
–Pinche única y diferente, no le sabes.– me lanzó la almohada del sillón y se levantó enfadada.
Abrí mi boca por su reacción.
–Sabes que ya casi es mi cumpleaños y Peso viene este sábado a la ciudad y yo no me lo voy a perder por nada del mundo.– afirmó.– Le pedí permiso a mis papás y adivina...– me comentó emocionada.
–¡Me dijeron que sí! Me regalarán la entrada con meet and greet y todo.– chilló de la emoción.– Pero quieren que me acompañes, de otro modo no podré ir.– habló un poco desanimada.– Yo sé que no te gusta. Pero porfa es mi sueño, acompáñame, ándale ¿sí?.– me rogó y me hizo ojitos.
Dios, puede que no me guste ni su música, ni él. Pero al final de cuentas, es el sueño de mi hermana y quién soy yo para negárselo y verla feliz.
–Está bien, te acompañaré.– dije suspirando y regalándole una sonrisa.
Ella se puso muy contenta y me abrazó.
–Gracias, _____. No sabes lo feliz que me haces.– gritó emocionada.
–Si lo escucho contra mi voluntad toda la semana por tu culpa, da igual escucharlo un día más.– dije burlándome.
