● 𝘰𝘧𝘧𝘪𝘤𝘦𝘳

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» El policía
Hassan Laija (no famoso)
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_____'s pov

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_____'s pov

Me reía sin parar junto a mis amigos mientras sostenía un vaso en mi mano que contenía vodka.

Ya había perdido la cuenta de cuántos vasos llevaba tomando, ahora estoy súper feliz y hasta el culo.

Después de romper con mi ex novio y estar sumergida llorando en mi casa todo el tiempo, por fin salí a divertirme a una fiesta con mis amigos, ya era necesario.

–No pero de verdad, me alegro que hayas terminado con ese cabrón.– decía mi amigo también pedo.– Era un pendejo _____, te lo advertimos. Cómo pudiste soportarle tanto.

Yo solo me encogí de hombros, sin tener una respuesta concreta.

–Vale madres ya eso. No me importa ahora.– dije desinteresada y seguí tomando.

Pasó rápido el tiempo y ya casi iban a ser las 3 de la mañana, aunque si estaba muy tomada, todavía una parte de mí estaba consciente y sabía que tenía que irme porque estaba lejos mi casa, ya que estoy en una quinta fuera de la ciudad.

Y si tomaba más, después no iba a poder irme por mi propia cuenta, ya que tengo que conducir algo de carretera y no me quiero arriesgar.

–Sof.– levanté mi mano para que me viera mi amiga.

Ella volteó y se fue acercando.

–¿Qué pedo ____?.– dijo una vez estando aquí.

Yo me quise parar pero me mareé y empecé a tambalear. Me reí porque me costaba sostenerme con mis piernas.

–Uy ya andas bien peda morra.– dijo Sofía riéndose y negando.

–Y-ya, ya me vo-oy...– arrastre las palabras a causa del alcohol.

Me miró inspeccionándome de pies a cabeza.

–Ok, deja le hablo a Chris para que te lleve.– se giró para caminar pero la tomé del brazo y la detuve.

–No no, yo-yo me voy so-sola en mi carro.– le dije y ella entrecerró los ojos.

–Estás pendeja, mírate no te puedes ni parar.– me regañó.

–De verdad, estoy bi-bien. Ahorita se me baja, ni tomé tanto.– le dije restando importancia y tratando de convencerla.

–Wey, ¿estás segura?... o ¿te pido un uber? para quedarme tranquila de que vas segura.– me dijo seriamente.

Negué muchas veces apoyándome en su hombro.

–No, te juro que voy a estar bien. Confía en mí.– dije sonriendo.– Además no creo que un uber quiera venir hasta acá, casi en medio de la nada.– ella se quedó pensando.

one shots • peso plumaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora