Mi Pequeño Secreto (MileBuild)

Decisiones

NARRA MILE:

Mi pecho subía y bajaba aceleradamente. Aunque no sabría decir si era porque ese omega había percibido mi olor, o porque al ver su rostro tan de cerca empezaba a entender la razón por la que mi lobo se alteró tanto cuando lo vio por primera vez esta mañana.

Mi mente divagaba en pensamientos, todavía me encontraba frustrado por lo que había visto y escuchado hace unas horas, todo estaba tan revuelto en mi cabeza, que solo me dediqué a caminar sin una ruta definida, no supe cuánto me había alejado de la facultad, sino hasta que el sonido de un claxon me hizo voltear en seguida.

- ¿Qué ocurre contigo Mile? ¡Sube al auto! - La voz severa de mi madre, proveniente del interior del vehículo, me devolvió a mis sentidos.

Subí a la camioneta de inmediato, en el asiento del copiloto. Podía notar la tensión en mamá, pero no quería preguntarle nada al respecto. Por lo que me mantuve en silencio por unos minutos, mientras salíamos del campus. En cuanto nos adentramos en la avenida principal, mi madre habló nuevamente.

- ¿Por qué te alejaste tanto de tu facultad? ¿A dónde ibas Mile? - Cuestionó. Su tono se había suavizado un poco, pero la tensión aún era evidente.

- Lo siento, estaba distraído - Me excusé, por un momento pensé en contarle sobre lo ocurrido, pero descarté la idea al notar el estado en que ella se encontraba.

Mamá ya estaba lo suficientemente preocupada por su omega, como para que yo la preocupe más, con algo tan trivial como esto.

- ¿Hablaste con mamá? - Cuestioné al notar su estado.

- Lo intenté, pero no tiene cobertura. Supongo que cuando llegue a la base me regresará la llamada.

Mi madre omega es una agente especial, que actualmente está trabajando en un caso muy importante, pero también peligroso. Su equipo se encuentra desplegado en una zona poco accesible de Ranong, que era el lugar donde vivíamos antes, durante el último año, en el que ya no nos movimos de ciudad, mi madre fue ascendida en su cargo, ahora es una teniente de fuerzas especiales, y está a cargo de esta misión. No conozco muy bien los detalles, pero se que se trata de un tema de tráfico de armas, aunque por las conversaciones que he escuchado entre mis madres, puede ser que estén involucrados narcóticos también. Además que es toda una red, muy difícil de desentrañar, sobre todo porque están vinculados algunos políticos bastante influyentes. Lo cual convierte la misión en más peligrosa todavía.

- Mamá está bien, intenta no preocuparte tanto - Trato de calmar a mi madre alfa, quien se mantiene con la mirada fija en la carretera.

- Lo se, puedo sentirlo - Admite, haciendo referencia a la marca que se encuentra en el cuello de su omega, la cual las vincula profundamente. Si a mamá le sucediera algo malo, mi madre alfa sería la primera en saberlo - Pero no puedo evitar sentirme preocupada. El hecho de que esté bien ahora, no significa que no haya riesgo más adelante.

- Pero ella también puede sentir tu preocupación ¿Verdad? - Le recuerdo - ¿No crees que deberías intentar calmarte, para no alterarla más de lo que seguramente ya está?

Aquello de las marcas, era algo que nunca entendí ¿Por qué eran tan importantes para algunos omegas y alfas? ¿Por qué alguien querría ser marcado como si fuera un animal? Y sobre todo ¿Por qué alguien querría sentir todo lo que otra persona sintiera? ¿No era suficiente ya con nuestras propias preocupaciones? ¿Por qué cargar con las de alguien más, por voluntad propia? Jamás lo entendería. No podía encontrar ninguna ventaja en la dichosa marca, solo era una carga, y estaba claro que yo nunca aceptaría ser marcado.