SELFISH

CAPITULO 1

El partido estaba a segundos de terminar, Argentina sobre la selección mexicana.

Hubo un tiro de esquina, la defensa mexicana hizo su trabajo logrando evitar otro gol de Argentina. El arbitro marco el fin del partido, pero en ese momento todos notaron que un jugador al parecer había obtenido un golpe o falta ya que no se levantaba.

El arbitro se acercó, al igual que Memo y Messi, que eran los mas cercanos. Messi al ver que era Julián se empezó a preocupar, Enzo se apuro una vez que vio que era su amigo. Después se acercaron los demás del equipo.

-No mames Chucky, si te pasaste de verga- le comento a Alexis al otro omega.

-Según yo apenas lo toque, fue un encuentro normal en el juego- dijo Chucky soltando aroma a preocupación, aunque era un omega a veces podía pasarse de rudeza. Pero así eran la mayoría de omegas en el equipo.

-Tranquilo Hirving, vi que no lo empujaste muy fuerte, fue en su caída, estarás bien- Memo como el omega mayor del equipo mexicano buscaba calmar al otro omega.

Después de que el personal medico lo atendiera por un rato, Julián empezó a reaccionar y abrir los ojos, tranquilizando al capitán de la Scaloneta y a Enzo que no se había separado de Julián.

-Por fin abres los ojos Juli, sí que nos diste un buen susto-

Pero Julián no respondió, si no que empezó a gruñir de forma agresiva a su capitán y amigo, al igual que al personal medico que lo estaba revisando hace apenas un momento.

Cuando comenzó a levantarse, los que tenían conocimiento de lo que estaba pasando, entraron un poco en pánico.

-Tienen que alejarse- le advirtieron a Enzo y a Lionel.

- ¿Pero por qué? –

-Enzo solo aléjate de Julián un poco- le dijo su capitán mientras lo alejaba.

Lionel sabía lo que sucedía y entendía porque el personal medico pedían que se alejaran. Julián ahora mismo había dejado salir inconscientemente su alfa ya que sentía que estaba en riesgo por el fuerte golpe que recibió.

Ahora no era un buen momento para que un alfa que solo estaba actuando instintivamente estuviera rodeado de otros alfas que hace un momento estaban soltando un aroma irritable por el partido.

Por eso mismo se pidió que se alejaran para que Julián no respirara tan directamente esas feromonas y también que se actué con el protocolo adecuado. Un alfa así era muy impredecible. Podía atacar a los otros alfas y no se sabía como actuaria con los pocos omegas alrededor.

Suerte que ya había terminado el partido y mucha gente del publico había empezado a retirarse. Esto hubiera sido mucho peor si hubiera sucedido a la mitad del partido.

Julián se incorporo totalmente, pero se notaba que no era él en todos sus sentidos. Todos mantenían su distancia queriendo no parecer agresivos y no alterarlo. Tenían que mantenerse tranquilos en lo que se ejecutaba el protocolo.

Para Julián era como estar en una bruma de aromas, algunos agresivos que solo lo hacían mantener alerta por si lo querían atacar de nuevo.

Pero en un instante, entre todos los aromas indistinguibles, uno resalto. Era el único que podio ubicar, era cálido y era como un día en la playa. Inmediatamente se dirigió al aroma topándose con un omega que ahora lo miraba con sus ojos brillantes, con un sentimiento que no sabía identificar.

Julián envolvió al omega con sus brazos de manera protectora, ya que sus instintos le seguían diciendo que había riesgo alrededor y era su trabajo proteger a ese omega de los demás alfas.