Capítulo cuatro.

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Narrador omnisciente.

Si el alfa jeon tendría que definir aquel día laboral, sería "tranquilo".

Pocos son aquellos días donde sus empleados trabajan sin demora, sin duda se merecen un aumento, le ponía de buen humor que nada se retrase.

Jieun su secretaria, a media tarde ya había terminado con todo lo pendiente.

Sin más dejo a sus empleados incluyendo a jieun, salir más temprano de lo habitual, el alfa sentía que merecían descansar, cada uno dio lo mejor de sí estas últimas semanas.

Estaba menos estresado que otros días.

Así que despidiéndose de su jefe, jieun subió al ascensor con el resto de empleados.

No quedaba nadie en la oficina y eso jungkook lo supo enseguida, el azabache debía terminar de leer unos informes que jieun le dejó, no eran muchos, pero debía leerlos con detenimiento.

Faltaban quince minutos para las cinco, mientras leía cada papel entre sus manos, no pudo evitar preocuparse.

Había estado enviándose mensajes con Mimi y yoonie, pero de jinnie no supo nada.

Le extrañaba bastante esto último ya que su Omega de cabellos dorados siempre era el primero en querer saber del alfa.

Jungkook trató de justificarlo, pensando que seguramente tuvo un día ocupado en la universidad.

Aunque ni el mismo azabache creía aquello, puesto que lo conocía mejor que nadie.

"Seguramente está enojado por lo de en la mañana".

Esa idea paso por su mente, aunque sonara tonto, su Omega solía ser bastante sensible y celoso.

El sonido del ascensor abriéndose lo sacó de sus pensamientos, el alfa se colocó recto sobre su asiento.

- jieun? - preguntó pensando que seguramente su secretaria había olvidado algo.

- jie...- calló sorprendido al ver que no era su secretaria, si no su hermoso Omega de cabellos dorados -

- alfa, puedo pasar? - preguntó con un tono rosado adornando sus mejillas, su dulce aroma de piña y lavanda invadió la oficina -.

"Estaba abochornado".

- Sí jinnie pasa mí amor - habló feliz.

Jungkook se levantó del escritorio acercándose a su Omega, para recibirlo, este estaba con la mirada en el suelo, no se atrevía a mirarlo.

- ¿Qué pasa amor? ¿por qué no me miras? -.

Jungkook estaba frente a jinnie, tomó sus mejillas con suavidad, levantando su rostro, vio como los suaves labios del Omega estaban maltratados.

- ¿Qué pasa mí vida? ¿Por qué estuviste mordiendo tus labios con tanta brusquedad? -. El Omega no respondió.

El alfa estaba preocupado, su nene no lo miraba a los ojos y parecía estar demasiado nervioso.

En la mente del Omega solo estaban las palabras de su amigo minseok.

" Toma la iniciativa, demuestra que puedes ser sensual y atrevido".

Era fácil de decir, pero difícil de hacer.

Jin sentía que en cualquier momento sufriría un infarto, de verdad, su corazón latía a mil, su respiración estaba desbordada.

Todo lo que deseaba esa mañana cuando llego a la universidad y le platicó a minseok lo sucedido con su alfa y Jimin, era un consejo.

Su buen amigo le dijo un montón de cosas, la gran mayoría fueron nuevas para jinnie, solía ser tan inocente, tuvo que soportar la burla de minseok, cuando le comentó que no podía ser atrevido, sin sufrir un colapso mental.

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