capítulo seis.

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Narrador omnisciente.

El día que los menores tanto temían llegó, era inminente que el alfa Jeon viajara, todos reunidos incluyendo jieun se encontraban en el aeropuerto.

La peli negra miraba con tristeza a los omegas, ella era consiente del amor que se tenían cada uno de ellos, entendía lo difícil que era dejar a los que amamos, ella por ejemplo debió dejar a su pequeño hijo con su esposo, trataba de ser positiva pensando que estaría de vuelta pronto.

Los omegas al borde del llanto suplicaban que se quede, más jungkook con todo el dolor del alma, besando las hebras de cada uno, negó rotundamente.

Era un viaje sumamente importante el que haría, los omegas si lo acompañaban sería en vano ya que jungkook pasaría más tiempo trabajando que con ellos.

El alfa prefería que se queden en casa, que estudien y disfruten de salir, pasear.

Aunque el mayor trataba de hacerles entender que era lo mejor y no tardaría mucho en regresar, no había caso, los tres omegas se pegaron a el alfa, abrazándolo sin dejarle respirar.

Sin poder refutar más lloraron, cada uno lo beso como si no hubiera un mañana, a jungkook y su lobo les dolía verlos así, los omegas estaban más que tristes y desconsolados.

De solo pensar que la noche anterior durmieron todos juntos en la enorme cama, con sus lobos felices de tener a cada uno en sus vidas, lo rompía.

Los amo mis hermosos omegas - sonrió jungkook - volveré pronto, portense bien -.

Te amamos alfa - dijeron los tres - que tengan un buen viaje -.

Avisanos cuando llegues alfa - habló jin -.

Jungkook sonrió en grande - lo haré, se los prometo -.

Dándoles a cada uno un último beso, se encaminó con jieun.

Adiós Noona buena suerte - grito jimin -.

Nos vemos Mimi - sonrió la peli negra -.

Cuando quisieron darse cuenta el alfa se había subido al avión junto a jieun, los omegas se despidieron con la mano, de ambos peli azabaches, tratando de sonreír, deseando que los días pasen lo más rápido posible.

Los primeros días siguieron con su rutina de ir a la universidad, seguían durmiendo en la misma cama a pesar de que cada uno tenía su propia habitación, no era de extrañar ya que pasaban más tiempo en la recámara de jungkook que las propias, allí en las almohadas podían oler el embriagante aroma del alfa.

Ninguno estaba exento de las pesadillas, la diferencia era que antes estaba su alfa para tranquilizarlos, ahora que se encontraba de viaje, debían hacer como podían para poder dormir, varias camisas del alfa fueron robadas del gran clóset, cada uno las abrazaba para tratar de descansar.

Los días siguientes aprovecharon para salir a distraerse al centro comercial, recorrieron de aquí allá, se hicieron de prendas nuevas, jimin incitaba a sus hermanos de usar ropa más provocativa.

Tras varias negativas, el pequeño descarado sonreía triunfal puesto que logró convencer a sus mayores, compraron varias prendas de lencería sexy, tras salir de pagar jin y yoongi se veían abochornados.

"No solían comprar mucho cosas sexys, de los tres el más desvergonzado era jimin".

Decidieron ir a un restaurante que solían frecuentar, tenían hambre así que lo mejor era comer antes de seguir recorriendo las tiendas.

Allí mientras almorzaban hablaron del alfa, de los escasos mensajes que les mandaba, los tres estaban preocupados puesto que sabían debía estar muy ocupado.

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