Prohibido - Saga sirena [adaptación] KookTae/KookV

Capítulo 32

JUNGKOOK

Tener a Taehyung en casa significaba igual medida de felicidad y alivio para Jungkook. Toda la emoción de los visitantes en el primer día cansó a su pareja, y Taehyung durmió gran parte de los días siguientes, despertando solo para alimentar y cuidar a su hijo, y comiendo con la persuasión de Jungkook.

Al tercer día, un poco de color había vuelto a las mejillas de Taehyung, y estaba limpiando la comida de cada plato que Jungkook puso frente a él. Y al cuarto día, caminó con Yeontan desde la casa hasta las cabañas y almorzó con la manada. Los hermanos de Taehyung solo se habían quedado un día, lo cual fue un alivio para todos porque Jungkook estaba feliz de contar con el apoyo de Yoongi. Namjoon todavía era irritable, pero Jungkook tenía la sensación de que estaba mejorando. Taehyung ciertamente parecía pensar que sí, ya que su hijo era un buen rompehielos, un puente hacia la paz, por más incómoda que fuera una paz.

Sus pensamientos se centraron en cosas felices: elegir un nombre para su hijo y prepararse para la tradicional ceremonia de nombramiento de la manada. Se las arreglaron para avisar a Jungwoo, y estaban encantados cuando llegó a visitarlos.

Jungkook llevó a Jungwoo a un lado y se puso al día con todas las noticias del territorio. Cuando regresaron, Wonwoo y Hoseok se llevaron a Jungwoo a cazar en el bosque antes de que comenzara la ceremonia.

— ¿Hay noticias sobre Alfa Supremo? — preguntó Taehyung una vez que estuvieron solos, haciendo muecas al bebé mientras lo cambiaba y lo vestía para la ocasión.

— Nada significativo. Jungwoo tiene algo de trabajo en otra manada, una que tiene estrechos vínculos con Daesung, y está atento a cualquier noticia. Ha habido muchos rumores, pero nada que sugiera que esté planeando venir a por nosotros pronto.

Quería que sus palabras fueran tranquilizadoras, pero podía ver que Taehyung no se lo creía.

— ¿Qué no me estás diciendo? — preguntó la sirena, inmovilizando a Jungkook con una mirada de complicidad.

— Mató al alfa de otra manada que no iba a entregar a su hijo omega para que fuera el nuevo compañero de Daesung. Y una tercera manada se enfrentó al nuevo Ejecutor y sus hombres. Se vengaron de ellos, mataron a todos... — Tragó saliva — Mataron a todos los muchachos. No los hombres, no los adultos. A los niños. Un acto tan monstruoso y sin sentido.

Hubo un largo silencio mientras Taehyung absorbía todo lo que Jungkook le había dicho.

— No estaremos a salvo aquí para siempre, ¿verdad?

— Estamos a salvo por ahora — le aseguró Jungkook — Pero estás en lo correcto. Eventualmente, la atención de Daesung volverá a nosotros, a Cove, y actuará en nuestra contra. Pero tenemos que vivir nuestras vidas, Taehyung. No podemos escondernos en las sombras, esperando que suceda lo peor. Si viene Daesung, cuando llegue Daesung, debemos ser lo más fuertes que podamos. Quiero encontrarme con él luchando en mi espíritu, sin acobardarme de miedo, con mi manada escondida detrás de mí.

Taehyung asintió lentamente.

— Tienes razón. No quiero que nuestro hijo crezca en las sombras. Nos volveremos más fuertes, nos protegeremos, y si Daesung alguna vez se atreve a venir aquí de nuevo, lamentará el día en que pisó la tierra de las sirenas.

— Quedarte aquí solo, después de la muerte de tu padre, cuando no tenías esperanzas de que las cosas mejoraran, fue una decisión valiente — le dijo Jungkook — Tienes el hábito de tomar decisiones valientes, ¿no es así?

— Es fácil ser valiente cuando no estás solo — le dijo Taehyung, levantando al bebé para que Jungkook lo viera — Ahora, ¿no se ve guapo para su ceremonia de nombramiento?