Prohibido - Saga sirena [adaptación] KookTae/KookV

Capítulo 4

JUNGKOOK

Jungkook dejó a la mayoría de su gente en el motel para descansar. Los demás los dividió en grupos de dos, algunos para buscar trabajo, otros para buscar un lugar donde pudieran establecerse. No podían quedarse en el motel mucho más tiempo. Tan pronto como alguien se diera cuenta de cuántas personas habían ocupado las dos habitaciones, los echarían. Y realmente no quería terminar con ellos durmiendo a la intemperie o en sus coches. Claro, como lobos, podrían estar lo suficientemente cómodos al aire libre. Pero no conocía la zona en absoluto y quería un lugar seguro para su manada. Seguro significaba paredes y un techo, defendibles.

Wonwoo vino con él a la ciudad y se detuvieron para charlar con algunos lugareños. Una mujer les indicó la dirección de una casa que sabía que estaba en alquiler en un lado de la ciudad. Un hombre mayor, cuando Jungkook mencionó que buscaba un lugar apartado, se puso a contar una larga historia sobre unas viejas cabañas de madera en un terreno anexo a una granja. Decidiendo que valía la pena estudiar ambas opciones, se separaron, Wonwoo comprobó la casa a pie mientras Jungkook conducía hasta la granja de los Lee.

Una hora más tarde, caminaba por un sendero en desuso en el bosque pisándole los talones a un hombre de la edad de su padre. A Lee Mark le gustaba hablar, lo que le facilitó a Jungkook no revelar demasiado, ya que apenas podía pronunciar una palabra de soslayo.

— Como te dije, están bastante deterioradas — dijo Lee por cuarta vez — Solo hay dos que realmente consideraría habitables e incluso esas necesitan mucho trabajo.

Llegaron a las cabañas y Jungkook hizo una mueca.

Lee no estaba mintiendo.

Habían visto días mejores.

La expresión de su rostro debía haberlo dicho todo.

— Puedo ofrecerte un buen trato — dijo Lee de inmediato — ¿Eres bueno con las manos?

— No soy malo — dijo Jungkook, caminando por el costado de la cabaña. Su padre había sido carpintero de oficio y sabía cómo manejar una caja de herramientas. Se lo dijo a Lee.

— Pagas un depósito y puedo renunciar al alquiler del primer mes a cambio de que arregles un poco el lugar. Incluso puedo traer algunos suministros, tenemos madera y otras cosas en la granja que sobraron de la conversión del granero. Es tuyo si lo quieres.

Jungkook hizo un ruido evasivo y entró. Las cabañas eran robustas al menos. Habían sido bien construidas, pero simplemente se descuidaron. Un poco de cuidado y atención las convertirían en un buen hogar. Los bosques que los rodeaban parecían vacíos, estaban lo suficientemente lejos de la granja como para no tener la interferencia de Lee. Y el hombre ya le había dicho a Jungkook que ya no cazaba. Algo sobre un hombro malo.

Wonwoo recibió un mensaje de texto para decirle que la casa era prohibitiva. Encerrada entre otras dos casas, estarían rodeados de ojos humanos las veinticuatro horas los siete días de la semana. Las manadas no podían vivir así.