Extra

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Habían pasado alrededor de tres años y la banda de Jisoo, mejor conocida como Crushed, ya era bastante reconocida por varias partes del mundo, pero no lo suficiente pese a tener tan buenas canciones.

Ya daban espectáculos y salían en algunas entrevistas o programs de television. Aumentando cada día más su popularidad

Todo gracias a Jennie, quien no solo les ayudó con la publicidad y les consiguió un buen manager, si no que, logró hacer que Teddy Park fuera su representante y firmara con ellas.

Al principio el hombre se negó, pero después de ser regañado por su hija que le dijo que no mezclara su vida personal con el trabajó, terminó por aceptar que la banda de Jisoo era muy buena. Tenían demasiado talento y un alto potencial, no pudo negarles la oportunidad.

Pero claro, eso no significaba que a Teddy le agradará Jisoo. La trataba con profesionalismo, pero cuando estaban fuera de la empresa y Jisoo estaba de visita en casa de su novia, el hombre no hacía más que hacerle la vida imposible.

—Bebé, estuve pensando en algo increíble para tu cumpleaños —Jisoo hablaba entusiasmada a su novia, a quien le estaba dando un masaje.

—¿Qué cosa Chu? —suspiró disfrutando del maravilloso masaje que le daba.

Era verdad eso de que los músicos eran precisos con sus movimientos y muy hábiles con más manos.

—¿Te gustaría ir a un viaje romántico a una cabaña? Solas tú y yo con una encantadora vista a la naturaleza.

—Me encantaría, pero papá ya planeó una fiesta en la casa de los ángeles.

—Oh… —detuvo sus movimientos ante la decepción que sintió. Sus planes parecían verse estropeados.

Jennie se quejó con un suspiro por qué su novia detuviera sus movimientos.

—Descuida, ustedes van a ir a tocar el el lugar como entretenimiento.

—Pero no podré estar tan cerca de ti… —formó un puchero—. Vas a estar con tus amigos y yo tendré que estar ahí parada.

Jennie sonrió imaginando que su novia había formado un puchero, se giró dejando expuesto su desnudo pecho y miró a Jisoo.

Rió porque Jisoo había dejado su puchero para poner una cara más boba y deseosa en cuanto miró sus pechos.

—Descuida. No te voy a dejar de lado, lo prometo.

—Está bien… supongo.

—Aww, ven aquí bebé.

Jisoo se acomodó entre los pechos de su novia y se dejó consentir. Disfrutar de sus besos y de paso deleitarse con su suavidad.

—Oye hija. ¿Hanbin vino de vista a vert-

La pelinegra solo pudo tapar a su novia antes de mirar con terror a su jefe y suegro.

—Y-Yo… l-le estaba dando un masaje a s-su hija, señor Park.

—Tienen menos de cinco minutos para bajar a la sala —ni siquiera le prestó atención a Jisoo. Solo miró a su hija con desaprobación y cerró la puerta de golpe.

—De verdad me odia —murmuró Jisoo afligida.

—Descuida bebé. Algún día dejara de hacerlo.

—Solo espero que para nuestra boda. Lo acepte.

—¿Boda?

Jisoo se sonrojó violentamente.

—¿Has estado pensando en una boda?

Mutuo [Jensoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora