Señor Jeon quiero leche (corrigiendo)

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Jungkook se dirigía a la casa de sus padres, pues hoy iba a acabar con toda esta farsa del famoso compromiso.


Jungkook había hablado con sus padres de que ya no quería ningún compromiso.

—Padre, desde el principio te dije que no quería nada con esa tipa; solo me iba a casar con ella porque lo habías dicho tú y porque yo no tenía a nadie que le diera motivos a mi vida, pero ya encontré a ese alguien que ilumina mis días grises con tan solo sonreír. Él es la única persona que le da sentido a mi estúpida vida.

—Hijo, nosotros hicimos un contrato con la empresa de esa chica, pero si no te quieres casar, está bien, pero tienes que casar pronto con ese joven y darme muchos nietos, porque si ese joven te hace feliz, voy aquí para apoyarlos en todo. —Ahora ve por tu chico que papá se va a encargar de todo. Jungkook no supo qué decir; solo se aferró al cuerpo de su padre en un abrazo.


-Gracias y no dudes que dentro de poco tendrás boda y nietos. Dice saliendo de la oficina de su padre.

—Bonito, voy a cumplir mi promesa.





Con Jimin.





Sus días eran monótonos: siempre iba a la escuela y luego llegaba a su casa y se encerraba en su habitación. Este le había contado todo a su familia y también le pidió que no intervinieran, pues eran sus problemas y sabe cómo resolverlos. Su padre quería ir a arrancarle la cabeza a Jungkook, pero Jimin le dijo que si hacía lo más mínimo contra Jungkook, él se iría de la casa y no volvería jamás. Esto fue más que suficiente para que el señor Park no hiciera nada. También estos estaban felices, pues iban a tener su primer nieto.


El único que sacaba a Jimin de su vida monótona era Taehyung, quien siempre iba a visitarlo y trataba de que fuera feliz.



Hoy Jimin había amanecido con los ánimos más en el suelo que nunca; no tenía deseo de nada.

Fue al instituto, pero no prestó atención a nada; su cabeza estaba en otro mundo.

Ya sus clases habían terminado y estaba saliendo por el pasillo, pero antes de llegar a la salida estaban todos reunidos y no lo dejaban pasar, pues estaban viendo a alguien; fue lo que Jimin pudo visualizar, pero estaba tan agotado que no prestó atención y, cuando estaba por dirigirse a la otra salida, quedó paralizado al escuchar esa voz que lo había llamado.


—Park Jimin, ¿para dónde te piensas ir? Jimin quiso hacer como si no hubiera escuchado y seguir caminando; pensaba que estaba otra vez alucinando con el pelinegro.


Jungkook, al ver que este seguía caminando, fue detrás de él hasta que lo sostuvo por una mano, haciendo que este gire. Jungkook, al verlo, se sintió fatal al ver esos ojitos que alumbran apagados, sin brillo, y esa sonrisa apagada. Ahora se siente como un completo imbécil por haber dejado a su bebé.

—¿Qué quiere? —respondió Jimin con un tono frío que hizo que todo el cuerpo de Jeon se erizara.

—Necesito hablar contigo bonito.

—No me digas así, tú y yo no tenemos nada de que hablar, así que suéltame.

—Pues mira que no lo voy a hacer, no hasta que me escuches. Jimin iba a protestar que lo dejara en paz, pero no logró hablar, pues Jungkook lo había arrastrado hasta un curso vacío y cerró la puerta.


—Bonito, necesito hablar contigo. Jungkook iba a seguir hablando, pero se detuvo, pues Jimin le había dado una bofetada, dejando su mejilla roja en el proceso.

—¿Que quieres que hablemos del cómo te fuiste y me dejaste y que ya estás comprometido con alguien más? Dime, ¿de eso quieres hablar? Jimin, con cada palabra que decía, era una lágrima que salía de sus ojos.

—Bonito no es lo que parece, por favor, déjame explicarte.

—No quiero hablar contigo, Jeon. Dice, intentando salir.

Pero Jungkook lo detiene y se aferra a él. —Por favor, bonito, déjame explicarte. Te prometo que después que te diga todo, si no quieres saber más de mí, me iré. Jimin sabía que si no le decía que sí, lo iba a tener todo el día detrás de él y eso era lo menos que quería.

—Está bien, pero cuando te diga que te vayas, lo harás. Jungkook asintió.

—Pero vamos a otro sitio, este no es lugar para hablar. Jungkook agarró la mano de Jimin y salió y todos se quedaron mirándolos, pero Jungkook hizo de ojos ciegos y siguió caminando hasta llegar al auto, donde abrió la puerta al rubio para que entrara.


Jungkook llevaba un rato conduciendo hasta que llegó a su casa. Jimin iba tan perdido que no se fijó que habían llegado, solo hasta que Jungkook le habló.

—Bonito, ya llegamos. Jimin salió de su transe y observó que estaban en la casa donde se habían jurado amor.

—¿Qué hacemos aquí, Jeon?

—Quiero hablar contigo y es mejor hacerlo aquí donde nadie moleste. Si te quieres ir, al final lo entenderé.


Había entrado a la casa e inmediatamente sus memorias se llenaron de recuerdos.

- Jeon habla de una vez.


—Bien, fui un idiota al irme y más al no decirte la verdad sobre ese compromiso. Jimin escuchaba todo atentamente. —Voy a empezar desde el inicio: antes de conocerte, yo estaba comprometido, sí, pero no era por amor, solo era por contratos y por yo complacer a mis padres. Él quería que yo me casara y que le diera nietos y siempre vivía reprochándome eso. Decidí comprometerme con la chica, pero nunca la traté como mi prometida; incluso un día se lo dejé saber para que ella desistiera de este estúpido compromiso, pero no lo hizo. Si que fui un idiota al no decirte esto antes pero tenía miedo de que pensara que solo te había usado pero por desgracia piensas así pero te digo que no lo hago ni lo haré nunca. Nunca te usaría.

-Entonces, si no lo haces, ¿dónde estuviste todo este tiempo, eh? Habla Jimin con enojo por lo que Jungkook había dicho.

- Estuve en el hospital en coma. Jimin abrió los ojos como platos. —El día que te dejé fui a hablar con mi padre para romper el compromiso, pero él me dijo que todo ya estaba hecho y no dejé que siguiera hablando, pues le dije que por ti sería capaz de darlo todo y salí de la oficina para venir a buscarte, pero iba demasiado rápido y cuando menos lo esperé, ya me había estrellado contra un árbol. La suerte fue que un amigo mío me había encontrado y me llevó directamente al hospital. Sufrí una hemorragia y tuvieron que operarme; dicen que la operación fue difícil y que casi me moría, y luego de la operación quedé en coma. Desperté hace una semana se que lo primero que debía hacer era venir hacia ti pero tenía que resolver eso del maldito compromiso. Los ojitos de Jimin eran solo lágrimas.

—No, Bebe, no llores; se me parte el alma de verte llorar —dice acercándosele y abrazándolo.

—Yo pensaba que me había dejado. Dice llorando.

—Nunca bebes; recuerda que prometí que volvería, pues aquí estoy, hermoso.

—Kookie, ¿tú me amas?

—Claro que te amo, eres la razón de mi vivir, bebé. Jimin había sacado su rostro del pecho de Jungkook.

—Lo siento por dudar de ti y por la bofetada —dice, pasando su mano por el rostro de Jungkook, donde estaban marcados sus 5 dedos.


—No lo sientas, bebé, tenías tus razones. Los dos se quedaron mirando hasta que no pudieron más, juntaron sus bocas en un beso cálido y tierno con todo su amor hasta que este fue subiendo de volumen hasta llegar a ser un beso con toda la pasión y la lujuria que sentían.

—Kookie, hazte tuyo, te extraño —dice con cara que tiene. —También extraño tu leche —dice con cara descarada.

—Voy a hacerte mío una y otra vez y te voy a dar esa leche que tanto extrañas.

—Pero no seas tan brusco, Kookie, puedes hacerle daño —dice, señalando su barriga. Jungkook quedó un rato procesando hasta que entendió.


-Es en serio. Jimin asiente. —Ah, joder, voy a ser padre —dice levantando a Jimin y dándole vueltas; estaba muy feliz. —Ah, bebe, me haces el hombre más feliz del mundo.

—Ya, Jeon, bájame. Jungkook estaba que no cabía en la felicidad.

Creen que el kookmin tendrá su momento caliente 🔥

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Besos 💋