VII

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Me sentía devastada, si bien Shinichiro me había aclarado que Sanzu no me había dejado porque quisiera, saber que no lo vería por varios meses o posiblemente años, me hacía sentir derrotada

Tanto era mi malestar que no pude siquiera levantarme de mi cama al siguiente día y por primera vez en dos años, no visité a Mikey

Me dolía el corazón y no entendía el porqué, él no me había rechazado, no debería sentirme de esa manera, pero aun sabiendo eso, el dolor no disminuía y solo podía llorar contra mi almohada, abrazada a un muñeco de felpa, uno concreto que él me había regalado para mi último cumpleaños, un conejo rosado muy precioso, no era muy grande, pero era perfecto, me encantaba y en esos momento, me hacía acordar a él

La mañana del lunes desperté sintiéndome bastante triste y nostálgica, tanto que a pesar de que debía ir al instituto no me levanté de la cama y giré para mirar hacia la ventana que tenía las cortinas abiertas, dejándome ver el cielo gris

¿Y si me quedaba en la cama todo el día? Podía fingir que estaba enferma como ayer y seguir encerrada sin que nadie me viera o preguntara nada

Si, era un buen plan, lástima que mi madre era más inteligente de lo que creía...

Kyomi, el desayuno ya...- abrió la puerta de mi habitación cortando su oración al verme aún acostada- ¿Qué sucede? ¿Por qué no te has levantado aún?

No me siento bien, me quedaré aquí todo el día- susurré

La escuché suspirar antes de caminar hacia mí y se sentó en la cama apoyando su mano en mi brazo, apretándolo levemente

¿Qué está sucediendo?- preguntó

Ya te dije, no me siento bien, tomé frio el sábado, solo eso- me cubrí más con las mantas intentando huir de ella- cuando me sienta mejor me levantaré

¿Acaso Haruchiyo te hizo algo?- giré hacia ella rápidamente

¡No!- negué- él no...- mi voz se quebró- ¡No!

Te fuiste feliz de aquí el sábado y aunque no dijera nada, vi como preparabas esos chocolates para el viernes, ¿Eran para él?- apreté mis labios- ¿Acaso te rechazó, cariño?

No...- sentí mis ojos llenarse de lágrimas- no lo hizo

¿Entonces?- pasó su mano por mi mejilla lentamente

Él no llegó- dije apenas audible- y no lo veré por mucho tiempo

¿De qué hablas?- inclinó su cabeza levemente

Apreté mis labios mirándola fijamente, ella veía a Sanzu como una persona buena, casi como un ángel, jamás le había dicho que solía meterse en problemas, por eso dejaba que viniera a casa seguido, y no quería cambiar eso, así que hice algo que había prometido jamás hacer con ella...

Se mudó- mentí mirándola directamente a los ojos- su familia se mudó de ciudad y no pude siquiera despedirme de él, mamá...

Ya veo- me abrazó contra ella- te duele el corazón, por eso no has salido de aquí

Si...- me aferré a su blusa sintiendo mis ojos llenarse nuevamente de lágrimas- yo...

Lo amas- suspiró sobre mi cabeza

Si- apreté más el agarre comenzando a llorar

Shhh todo estará bien, ya lo veras- susurró acariciando mi cabello con cariño

Me quedé abrazada por varios minutos a ella llorando contra su pecho como cuando era una niña, y hubiera seguido así de no ser porque escuché un bufido detrás de ella

Dandelions | Sanzu, Mikey y Baji | +18 (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora