Me odio por desearte (+18)

4. Fiesta de inauguración

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kim tsuki

A la mañana siguiente, me desperté con un mensaje de Hana que decía: —¿Hoy vienes a la fiesta de esta noche?—.

—Imagino que no querrás venir, pero quisiera que a la de inauguración al menos vinieras—. Cuando terminé de leer su mensaje, la respondí con: —Vale. Pero sólo voy a esta, que sé que si te digo que no, te pondrás pesada—. 

—¿Quién te cuidará cuando estés borracha tirada en cualquier lado de por ahí?—.
—Nos vemos a las nueve y cuarto en el auditorio—. Escribí como último mensaje de la mañana.

Después de poner el teléfono en mi mesita de noche, me levanté de la cama  y abrí las cortinas de mi departamento. Al abrir las de mi habitación, pude distinguir que en la ventana de enfrente se encontraba Park, sin camiseta. Me puse nervioso, me escondí detrás de las cortinas ya abiertas. Me asomé lentamente y ahí seguía. Tenía los brazos definidos. Una espalda de ensueño, para ser sincero. Me daba una rabia verle ahí. Daba igual donde me encontrase, que él iba a estar ahí. Parecía que acababa de terminar de entrenar, ya que tenía una toalla colgada sobre su hombro. Me paré a mirar detenidamente su pecho, volvieron recuerdos frenéticos a mi mente del día anterior de los dos en el ascensor. Elevé mi mirada hacia su cara. Instantáneamente cruzamos nuestras miradas. Apareció entre nosotros una fuerte conexión que a la vez me asustaba. Cuando me di cuenta de que seguía mirándole embobado, él me sonrió.
Mierda, me ha visto.
Me escabullí de ahí tan rápido como pude. Me aseé, me cambié de ropa y salí de mi habitación tan rápido como pude. Doce minutos más tarde, llegué al auditorio para practicar con mis compañeros los planos y ángulos que utilizaríamos para el evento de esta noche. El equipo y yo,  nos decidimos por un plano detalle, un plano americano, un primerísimo primer plano, un gran plano general,  un plano conjunto, un plano con escorzo y por último un plano general. En cuanto a los ángulos, escogimos el cenital, el picado y el normal. El evento comenzaba relativamente tarde. Antes de que grabásemos y sacásemos fotos y videos del concierto, Hana me contó que Park haría una fiesta en la casa de sus padres, al finalizar el evento. Vamos, la mejor fiesta de mi vida. Me dije a mí mismo con un tono irónico.

Que habría sexo, drogas y alcohol, ya que sus padres estaban en el extranjero en ese momento.

El tiempo pasó rápido. Sin darme cuenta de que en una hora y media tenía que estar preparado. Aseado, vestido y maquillado. Tenía mariposas en el estómago, imaginaba que serían los nervios del evento. Volví a mi dormitorio para prepararme. Pasados unos cuarenta minutos, estaba listo. Con mi traje ajustado gris claro y mi corbata magenta. Un maquillaje discreto, pero con un delineado de gato fino.

Procedí a salir por la puerta, cuando me doy cuenta de que me dejé el pase del staff. Volví a entrar a mi habitación  y lo agarré. Salí y fui directo a los ascensores. Pulsé el botón y el ascensor comenzó a subir desde el primer piso hasta el último,  pasados unos minutos, el ascensor, llegó al piso. Escuché pasos que venían en mi dirección. No esperaba que fuese otra persona que no fuera él. Las puertas del ascensor se abrieron al llegar al sexto piso, entramos los dos y esta vez, Park se me pone delante. No sé qué quería ahora este hombre. Se acercó a mi y puso sus manos sobre mi corbata, empezó a ajustarla y a dejármela simétrica. No estaba entendiendo nada. Después de colocarme la corbata como debía estar, se inclina hacia mí, se pega a mi pecho y me saluda como siempre, susurrándome al oído.