No podía creer lo que había escuchado. La persona que me enamoró, me ilusionó y a la cual me entregué en cuerpo y alma, era nada mas y nada menos que... El mafioso más buscado y perseguido de todo el continente asiático, Jeon JungKook. Me sentía traicionada. Había vivido tres años de mi vida engañada por él
Toques fuertes, firmes y desesperados se hicieron presente en la puerta
—Dulcesito, por favor ábreme la puerta. No me hagas tirarla— me pidió suplicante detrás de la puerta —se que estás ahí dulcesito, déjame explicarte. Decirte la verdad y el porque nunca te lo dije—
Me quedé callada, intentaba retener mis sollozos lo más posible para que él no me escuchará
—Está bien dulcesito— hizo una pausa antes de continuar —te dejaré... por ahora, pero ten por seguro que no me rendiré contigo, me vas a oír quieras o no— demandó
Escuché como sus pasos se alejaban, luego el motor de su auto crujir al ser encendido y después su auto irse. Me eché a llorar, grité con fuerza, queriendo sacar toda la decepción y frustración del momento
Tengo que salir de aquí, tengo que irme a un lugar donde él no nos encuentre
Pensé y rápidamente me levanté mientras me limpiaba las lágrimas. Subí las escaleras con velocidad, entré en mi habitación y empecé a hacer mis maletas
Al terminar abrí mi laptop, teclee ágilmente para poder sacar un pasaje de avión para Vancouver, Canadá y al cabo de unos minutos tuve la respuesta que quería, solo que este vuelo salía en dos hora. Observé la hora en el reloj de pared que estaba en mi habitación y me dí cuenta q no tenía mucho tiempo
Al instante me levanté de la cama, tomé la ropa que había separado para cambiarme, entre al baño, me despoje de mi ropa y me adentré a la ducha. Mientras la lluvia artificial caía sobre mi cuerpo, las lágrimas que habían comenzado a caer se camuflajeaban con el agua
Me dolía tanto dejar todo atrás, a mis amigos, mi amiga, mis padres, mi hermano... a él. Pero no era solo por mí bien sino también por el pequeño ser que ahora crecía dentro de mi, por eso tenía que alejarme de él
Al acabar de darme una ducha rápida, me sequé con rapidez y después me cambié. Al momento de salir del baño, a mi celular llegó un notificación. Lo tomé, quité la clave y al leer el mensaje no lo podía creer
“No puedes abandonarme dulcesito”
Dejé caer mi celular al piso, debido a que mis manos temblaban del miedo. Él me estaba vigilado. Volteé mi cabeza a todos lados, buscando alguna cámara u objeto nuevo en mi habitación o que resultara sospechoso
Pude percatarme que el panda de peluche que estaba sobre mi escritorio, -peluche que él me había regalado el primer mes de novios- estaba observando en mi dirección, cuando claramente tenía que estar mirando a la ventana
Me acerqué al osito, lo tomé entre mis manos y lo miré a los ojos. Puse una de mis manos en uno de esos ojos negros y lo arranqué. Observé con atención los cables que estaban conectados a este. No lo podía creer
¡¿Me estuvo observando todo este tiempo?!
Pensé inmediatamente. Intenté convencerme de que solo me estaba cuidando, pero entonces se me vino a la mente las veces que lo habíamos hecho en este cuarto
Mis mejillas se pusieron rojas ante el recuerdo de aquellos ardientes encuentros en esta cama y la idea de que él hubiera guardado esos encuentros, -dignos de una película porno- hacia que mis mejillas se calentaran más
ESTÁS LEYENDO
𝙼𝚛. 𝙳𝚎𝚕𝚒𝚗𝚌𝚞𝚎𝚗𝚝𝚎 © -𝙹𝙹𝗞-
FanfictionLa mejor amiga de su hermana había llamado su atención. Su carácter fuerte, su sonrisa, sus ojos, su comportamiento infantil a veces, su mirada retadora... En fin le gustaba todo y no le importaba si era la persona más peligrosa del continente asiát...