Dicen que cuando entramos a cierta edad podemos empezar a dudar de nuestras decisiones de vida, algunas que de haber sido tomadas de forma diferente nos pudieron llevar a otros caminos.
Dos hombres de cuarenta y tantos años se encuentran alojados e...
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El alcohol es conocido por su capacidad de catalizar emociones que se mantenían ocultas, de volver valientes a los temerosos que recelosos guardan sus sentimientos en corazas formadas de su propia desdicha. Un par de hombres con rostros teñidos de un tímido rojo andaban cuidadosos por un parque cercano al bar de donde habían salido, pasitos firmes pero precavidos no podían arriesgarse a una caída cuando ambos estaban un poco borrachos.
Jack aún no estaba lo suficientemente ebrio como para poder eximirse de la vergüenza interna que sentía por haberse dejado llevar por los ánimos del pelirrojo que a comparación de el había bebido como si al siguiente día fuera a haber ley seca, esos dos cuerpos tambalentes vacilantes a caer paseaban por las veredas como dos fantasmas inmersos en su propia diversión.
En ese andar donde solo existían ellos siendo cubridos por pícaras motas de alcohol etílico que que con su tentadora aura los atraía hacia la idea de soltar su lengua y dejar que esta abra una puerta por la que se pueda acceder a los más sensibleros sentimientos, Jack dejo de reír al alzar la vista hacia una farola que lo cubría con una luz similar a como venia la dirección de luz de los reflectores superiores de los escenarios en los que su cuerpo se había movido con gracia, como hace una polilla que no puede resistirse de acercarse al resplandor, el ex bailarín se aproximó a quedar bajo la luz artificial mostrándose feliz una sonrisa que se sentía nostálgica, su sonrisa achicó sus ojos dejándolos en dos lunas dispares resplandecientes de recuerdos dichosos.
Cosa que los atentos ojos de Hércules notaron se acercó alegremente acompañando al más bajito, se contuvo de decir algo unos segundos pues lo veía tan feliz como si su mente hubiera volado a un lugar hermoso, no tuvo corazón para traer de vuelta a la realidad a Jack de todos modos el estaba muy contento admirando los mágicos ojos del hombre de cabello platinado suspiro complacido de poder ver una vez esos bonitos ocelos heterocromaticos sin embargo ese gigante era un hombre impaciente sus labios le empezaron a picar y su mente luchaba por retener a su lengua de portarse como una imprudente confianzuda pero su curiosidad pudo más ── ¿Estas recordando algo bonito? ── cuestionó flexionando un poco su torso de manera que quedara más cerca del otro esto sorprendió a Jack quien solo acertó a sonreírle de vuelta como primera respuesta ── Si... antes era bailarín de ballet artístico y esta luz me llevo de vuelta a esos tiempos ── explicó aún con esa mirada añorante del pasado, si eras muy atento podías darte cuenta de los reflejos de aquellos días.
── Así que eres algo así como un artista ¿no? ── Hércules pensaba que era algo que le muy bien a este hombre una persona con una mirada como esa seguro que hipnotizada a la audiencia hasta el punto de hacer que no lo perdieran de vista ── Así es, pero esos días han quedado atrás ── dijo con una profunda tristeza, los labios de Hércules se curvaron sutilmente hacia abajo como si la tristeza de ese hombre fuera suya también o quizás es porque ambos estaban pasando por un dolor similar sin haberlo verbalizado por completo un encuentro de dos almas heridas que se hablan de corazón a corazón ── Yo creo que un artista siempre será un artista pues vive en los corazones de la gente que disfrutó lo que hacía, solo piénsalo hay canciones que salieron hace décadas y aún siguen reproduciendose, encuentran quien vuelva a escucharlas como la primera vez que salieron ── eso hizo sonreir al ex - bailarín su corazón se sintió cálido y profundamente reconfortado.
