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Dedicada a Zoe0831 por ganar una pequeña adivinanza en el grupo, espero que te guste ❤️

<<She is here>>

Ekko entrecerró los ojos al observar a la pareja desde las sombras.

—No puede ser... —murmuró, tomando unos binoculares de su compañero.

Desde su escondite, alcanzó a distinguir las siluetas recorriendo las calles de Zaun. Reconoció a la más alta: una vigilante de Piltóver, algo inusual verla sin una escolta. Pero no estaba sola. La figura junto a ella encendió el desconcierto en Ekko. Sus movimientos, su cabello, su ropa... todo era diferente, y aun así, algo en su interior le gritaba que era ella. O, ¿era posible? Él la había visto morir. Había visto cómo un vigilante arrastraba su cuerpo años atrás, mientras él huía hacia Powder. La tentación de correr hacia ella era intensa, pero al verla junto a una vigilante, los títeres de Silco, dudó. No podía lanzarse a hablarle de los Firelights sin saber si aún estaba del lado de Zaun o de Silco.

Hizo una seña a su equipo para que las siguieran mientras las dos figuras se movían de manera sorprendentemente torpe por las callejuelas. La persecución los llevó hasta una encrucijada: la Piltie se dirigió a The Last Drop, y Ekko sintió un nudo de traición en el estómago al ver cómo la figura que había admirado en el pasado parecía ahora trabajar para el mismo enemigo. Estaba a punto de ordenar la retirada cuando recibió un informe desde la puerta trasera: ambas habían confrontado a Sevika, y un disparo resonó, alertándolos. Ekko y su equipo se movieron con sigilo hacia la escena. Desde su posición, observó el rastro del brillo repulsivo en el brazo de Sevika mientras esta escapaba, y al otro lado, vio a una Vi herida apoyándose en la vigilante, perdiéndose en la niebla de Zaun.

Ekko rechinó los dientes y ordenó seguirlas.

...

El aire se tornaba más denso con cada paso, y finalmente llegaron a una vieja casa de madera donde la vigilante ayudó a Vi a sentarse. Aprovechando el momento, Caitlyn observó el lugar con detenimiento y sacó un pañuelo, intentando limpiar el rostro lastimado de Vi, quien se defendió con el brazo.

—Sé que tienes tus dudas, pero esto solo funcionará si confiamos una en la otra —dijo Caitlyn, poniéndose de pie.

—Confiar nunca ha funcionado aquí abajo. Los de arriba siempre encuentran la manera de aplastarnos —murmuró Vi, agotada. La Piltie suspiró, con una mezcla de resignación y persistencia.

—Y supongo que los de arriba son los culpables de todas tus desgracias —respondió Caitlyn con calma, volviendo hacia ella—. Aunque reconozco que, a pesar de todo, tienes un buen corazón.

Un ruido exterior las sobresaltó. Caitlyn salió, alerta, con el arma en alto, y se encontró con un hombre encorvado que cayó al suelo.

—¡Espera! Tranquila. Esa es Vi, ¿no? —dijo él, tartamudeando—. Soy su amigo... o al menos lo era. Le debo mi vida a su padre —su voz tembló, y al caerle la capucha, mostró el rostro marcado de alguien que había conocido tiempos aún más oscuros.

Aunque aún desconfiada, Caitlyn lo dejó entrar, prometiéndose a sí misma no bajar la guardia.

...

De regreso con Vi, Caitlyn cambió su arma por una muestra de confianza. Vi murmuraba entre sueños y gemidos mientras Caitlyn le acercaba el frasco medicinal a los labios. La reacción fue intensa; el dolor la hizo inclinarse hacia adelante, y Caitlyn la sostuvo hasta que ambas lograron calmar sus respiraciones.

—Descansa. Nos necesitamos fuertes si queremos resistir —dijo Caitlyn con suavidad. Vi asintió levemente y murmuró:

"—¿Jinx? ¿Hablas de Jinx? —La risa amarga de Sevika resonó en su cabeza—. Me sorprende que siga viva. Escuché que fue una experiencia sangrienta."

Vi observó su herida, viendo cómo su piel empezaba a sanar—. Claro... Jinx. ¿Cómo podría olvidarla?

—Silco te vigila, así que debemos andar con más cuidado —respondió Caitlyn, apoyándose en una madera inestable. Su mirada recorrió la pared hasta detenerse en unas marcas de altura que llevaban los nombres de "Powder" y "Violet." Frente a ellas, varios dibujos infantiles decoraban la madera destartalada—. ¿Vivías aquí? ¿Quién es Powder?

Vi suspiró.

—Mi hermana. Creí que había muerto... hasta que vi esos dibujos. Ahora, no estoy tan segura. Debo intentar encontrarla.

Caitlyn frunció el ceño, intrigada por la ambigua respuesta.

—¿Cómo es posible que no sepas si tu hermana está viva o muerta?

—Es difícil encontrar a alguien cuando estás atrapada en una celda de concreto —respondió Vi, con frialdad, mirándola con una mezcla de furia y resignación.

Un nuevo sonido afuera las alertó. Al abrir la puerta, Vi se encontró cara a cara con el hombre de sus pesadillas, sosteniendo varios frascos de brillo y riendo.

—La prodigio de Vander... —dijo él, con una sonrisa retorcida.

...

Los Firelights llegaron al punto de encuentro justo a tiempo para ver el final de la persecución. Ekko lamentó nuevamente su tardanza al ver los cuerpos tirados, mientras Vi y la vigilante intentaban escapar. Al encender una bengala azul que siempre guardo despues que Powder se la entregara, iluminó el cielo durante unos minutos, Ekko envió la señal para que todos los Firelights se reagruparan. Esperó en las sombras, el corazón latiéndole a toda velocidad por la anticipación de que hubiera entendido el mensaje.

—¿Powder? —La voz detrás de él lo hizo girarse en alerta, colocándose en guardia al ver a una figura femenina tan familiar.

—Tú... ¡me engañaste! ¿Dónde la tienen?  ¡¿Como sabes de eso?!—gritó, lanzándose contra él con sus puños en alto. Ekko activó su hoverboard, y en un destello, su equipo rodeó a la vigilante y a Vi, obligándolas a rendirse tras una breve pelea.

—¡Vi! —exclamó Ekko, logrando detener la pelea justo a tiempo y evitar un desastre. Dio las órdenes precisas para llevarlas a ambas a los túneles, y su equipo obedeció, alejándolas del peligro inmediato. El lider de los Firelights, bajo de su hoverboard.

Aférrarte a la verdad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora