9: Painful Experiment AU

Prólogo

Un monótono y grande laboratorio yacía en un gran territorio de la ciudad de Roanoke (Virginia), el canciller Ferdinand iba caminando por el pasillo del laboratorio a la habitación 009, su expresión era seria pero con el ceño ligera pero notoriamente fruncido, al estar frente a la puerta de la habitación, con su mano derecha, tomó el pomo de la puerta y la abrió lentamente, el canciller solo encontró la cama desordenada y vacía donde comúnmente su paciente especial yacía abrazando sus piernas firmemente y con la cabeza agachada cubriendo sus rostro entre las rodillas, el canciller sorprendido empezó a buscar por toda la habitación, debajo de las sábanas, debajo de la cama, en el closet, pero nada, él no estaba por ningún lado de la habitación, se había ido sin permiso, el canciller frunció el ceño, frustrado, su paciente había infringido las reglas, el canciller se retiró de la habitación y cerró la puerta ante sus espaldas, pero luego se sobresaltó por la alarma de emergencias ¿por qué sonaba? ¿qué había pasado? ¿Un incendio? ¿Un accidente? ¿Acaso Adal volvió a cometer otra estupidez? No lo sabría si no lo averiguaba.

Ferdinand empezó a caminar de manera apresurada por los pasillos para hablar con los guardias, pero a los pocos minutos empezó a escuchar gritos a la distancia ¿qué demonios estaba pasando? Ferdinand, alertado, empezó a correr por los pasillos, fue a la gran pecera donde tenía resguardado al hombre sombra, pero el cristal estaba roto, se había escapado, pero ¿cómo? el cristal era lo suficientemente resistente para que no se rompiera tan fácilmente, Ferdinand tenía los ojos muy abiertos de sorpresa ¿qué demonios estaba pasando? Esto es una locura, antes de hacer cualquier cosa, Ferdinand escuchó disparos de ametralladoras y múltiples gritos de horror, se escuchaba ¿sangre derramándose? Ferdinand se apresuró a ver qué demonios estaba ocurriendo, después de unos 4 minutos buscando, los disparos y los gritos abruptamente se detuvieron. El canciller se encontraba nervioso, dejó de correr y dirigió la mirada a las puertas que llevaban a las salas de testeo, el canciller se acercó lentamente a ellas, pero antes de poder abrirlas, una fuerza descomunal las aventó en dirección al canciller, golpeándolo hacia atrás, dejándolo inconsciente.

Pasaron los minutos y el canciller fue despertando poco a poco, hasta estar completamente consciente, pero débil, el canciller se levantó tambaleándose demasiado por el impacto, su visión estaba ligeramente borrosa, su sentido del oído se escuchaba como si tuviera los tímpanos tapados y su frente estaba sangrando, lentamente fue a donde antes estaban las puertas, mientras iba caminando por los pasillos, todos los guardias de seguridad habían sido asesinados de formas horribles, unos tenían el cráneo destrozado, otros estaban partidos por la mitad y otros estaban descuartizados, por las salas de testeo no hubo excepciones, en cada sala había científicos muertos, había tripas y extremidades por el suelo, y las paredes estaban cubiertas de sangre y manchas negras, eran rastros de magia de las sombras, el canciller llegó donde estaba la sala de descanso, donde los científicos tomaban un pequeño refrigerio en su hora de descanso, el canciller abrió las puertas y entró a la sala, frente a él se encontraba su paciente especial de espaldas con su espalda manchada de sangre y a su alrededor había guardias muertos, el canciller estaba sorprendidamente aterrado ¿acaso él provocó todo esto? ¿cómo? ¿Tanto había evolucionado su poder? Pero, si fue así ¿cómo explicaba las manchas de sombras en las paredes? ¿acaso.... el liberó al hombre sombra? tantas preguntas en su perturbada cabeza que no se tentó a hablar.

Ferdinand: 9.... ¿Qué has hecho?

El paciente, cuyo "nombre" era 9, aún de espaldas volteó la mirada en dirección al canciller con una vacía pero psicópata expresión, su cara estaba manchada de sangre y sus ojos brillaban en un rojo escarlata, el canciller volvió a preguntar pero esta vez con un tono de voz mezclado con molestia y miedo.

Ferdinand: ¿Qué has hecho?

9 solo se limitó a girarse por completo hasta quedar frente a frente con el canciller, su cuerpo tenía salpicaduras de sangre y sus puños estaban apretadamente cerrados, el canciller sintió un enorme escalofrío por todo su cuerpo, Ferdinand miraba con miedo a 9 y 9 mirada a Ferdinand de forma amenazadora, de pronto el corazón de 9 empezó a palpitar, 9 cerró sus ojos y....