Unas semanas después.
Mo Ran.
Estas semanas han sido muy difíciles, Wanning y yo no hemos podido consumar nuestro amor de ninguna manera posible.
Cada vez que yo intentaba abalanzarse sobre él, giraba nuestros cuerpos para ser él quien dominara pero instantáneamente mi excitación disminuía enormemente.
Ni hablar de cuando intentaba hundirse en mí, no sólo era doloroso sino que no había forma en que la unidad de mi Shizun entrara.
—W-wanNing, espera...duele—.
—Ni siquiera he introducido nada aún—.
— ¿Oh enserio? —. Mo Ran mira hacia atrás, dándole un respiro a las sábanas que estaban hechas un bollo bajo sus fuertes y apretadas manos. Al observar que tenía razón, suspiró ¿aliviado?.—Esto no está funcionando, Baobei—. Y tenía razón pues ni siquiera los elíxires del amor que solía usar el menor con su esposo, habían resultado para él.
—Lo sé, pero será imposible si sigues tan tenso—. El gato blanco buscó su túnica interior para deslizarla sobre su suave cuerpo.
—¿Cómo no estarlo? Si algo enorme quiere meterse en mí—. Su cuerpo tembló pero aún así se acercó al mayor y lo abrazó por la cintura. Chu WanNing suspiró para luego aceptar el gesto mientras acariciaba el cabello de Mo Ran.
—No es tan grande como el tuyo y sin embargo yo lo soporto—. La voz de WanNing sonaba entre decepcionada y un atisbo de enojo.
Mo Ran se quedó en silencio por unos minutos, largos tanto que casi parecieron una eternidad. Cuando estuvo listo para responder, miró a Chu WanNing notando que este ya se había quedado dormido
—Lo prometo, Baobei, encontraré la solución a este problema—.
Y aquí estaban, le había propuesto a Chu WanNing bajar de la montaña e ir al pueblo para "cambiar de aires", quizás así podrían renovar la pareja y lograr de una vez, cumplir la fantasía del gatito blanco.
Ahora mismo estaban comiendo en las afueras de un restaurante, el mayor había insistido en beber licor de pera como una forma de relajar su creciente estrés de los últimos días. Pues a pesar de que Mo Ran entendiera la situación, no era el mismo caso con Taxian Jun, quien con su enorme necesidad carnal de poseer duramente a Chu WanNing hasta ocho veces por noche, no reparaba siquiera en los sentimientos del último nombrado. No se equivoquen, a Chu WanNing le encantaba ser poseído por su marido pero el creciente deseo de ser él el activo aunque sea una vez, lo estaba envenenando por dentro.
ESTÁS LEYENDO
𝓕𝓸𝓵𝓵𝓸𝔀𝓲𝓷𝓰 𝓸𝓾𝓻 𝓱𝓮𝓪𝓻𝓽𝓼 | Fanfiction Oc x RanWan
FanfictionChu WanNing nunca había estado con nadie antes de Mo Ran, nunca había siquiera pensado en un hombre o una mujer antes de Mo Ran. Luego de casi seis años de matrimonio con Mo Ran, Chu WanNing comienza a tener pensamientos involuntarios en su cabeza...