Hace muchos días que Chu WanNing estaba "distraído", desde la mañana hasta la noche e incluso cuando estaba siendo moldeado por Mo Ran y es que luego de tantos años de rutina y monotonía, sentía que algo faltaba o más bien, que precisamente una parte de su cuerpo no estaba siendo del todo aprovechada.
Y sí, Chu WanNing nunca se había preocupado por la verdadera función de su pene o intrigado acerca de cambiar roles con Mo Ran, pero esta vez era diferente. Quería probar aunque sea una vez cómo se sentía ser la llave en vez del candado, pero claro nunca sería capaz de decírselo en voz alta a Mo Ran y por tanto, mucho menos se lo pediría a Taxian Jun.
Así que a Chu WanNing solo le quedaba reprimir aquel deseo bajo capas y capas de frialdad. Lo que no sabía era que Mo Ran lo conocía tan bien como a su propia palma y notaba claramente que algo le sucedía a su esposo. Sólo que no había descifrado bien de qué se trataba hasta que una noche, mientras su cuerpos sudados se entrelazaban entre las sábanas húmedas y desordenadas, WanNing interrumpió la unión.
-Mo Ran...He dicho que te detengas-. Chu WanNing dijo con voz firme mientras con la poca fuerza que sus brazos temblorosos tenían, lo empujaba por su pecho. Claro que había pedido que se detuviese muchas veces durante la larga noche pero Mo Ran había continuado ya que esa actitud era habitual en el mayor, pues siempre suplicaba cada vez que estaba por llegar al ardiente clímax o cuando ya no soportaba la profunda intrusión de su implacable fortaleza inferior.
Pero esta vez no pudo evitar sorprenderse al oír a WanNing hablar tan firmemente. Se separó de él y con evidente preocupación, acarició su rostro con mucha delicadeza.
-¿Qué sucede, Baobei? ¿Te lastimé? ¿Fui muy brusco? -. Las mejillas enrojecidas de su Shizun se complementaban con el calor de sus reconfortantes dígitos acariciando estas suavemente. WanNing quería llorar y no sabía por qué, su esposo lo trataba con tanto cariño y amor que se sentía un malagradecido por no apreciar aquello y querer demandar más de lo que tenía. Pero por segunda vez en su vida, Chu WanNing quería ser egoísta y codicioso. Su primera vez fue cuando, sin importarle las desventajas u obstáculos, decidió estar con Mo Ran, amarlo y respetarlo por el resto de sus vidas, incluso si su tiempo de vida era limitado.
Esta vez era diferente claro, porque no se trataba de un acto de amor, sino más bien carnal: Quería ser él quien follara a Mo Ran y no, no se refería a montarse sobre su regazo y moverse cual gacela sobre su ferviente deseo hasta hacerlo explotar en placer. No, él quería hacer sentir a Mo Ran lo mismo que él sentía cuando era amasado por este.
Sin embargo se quedó callado una vez más, bajó su mirada y sólo negó levemente.
-¿Entonces qué sucedió? ¿No estás de buen humor? ¿Te sientes mal? Quizás la temperatura ya bajó demasiado -. Mo Ran tocó preocupado la frente de WanNing intentando medir su temperatura corporal, más no recibió nada más que un manotazo por parte del mayor. El pecho del más alto se llenó de angustia aguda, calado profundo dentro de su corazón al sentirse rechazado. ¿Acaso WanNing había dejado de amarlo? ¿Acaso había hecho algo que lo molestara?. -Shizun yo...¿Hice algo que te molestara? Porque si es así, puedes decírmelo.
WanNing observó la tristeza en los ojos oscuros de Mo Ran, cristalizados y rotos como si algo muy poderoso lo hubiese lastimado por dentro. Así que suspiró y volvió a negar, preparándose para finalmente confesar lo que le había estado cruzando la mente por días.
-Yo solo...quiero estar arriba-. Sus orejas se volvieron familiares de tomates bien maduros, muy parecidos a los que vendía el viejo Yang al pie de la montaña Nanping que es en donde vive la pareja. Mo Ran abrió los ojos un momento para luego soltar una sonrisa burlona.
-¿Era eso? Lo hubieras dicho antes, Baobei -. Se ríe e inmediatamente toma las caderas desnudas y marcadas por sus grandes manos de Chu WanNing, subiéndolo sobre su regazo. -Nunca habías pedido permiso antes para montarme, yo...-. WanNing lo interrumpe.
-N-no...no me refería a eso-. Suspiró por segunda vez en la noche como si aquello le fuera a dar alguna especie de valor para confesar lo que quería. -Yo quiero...que te sometas a mí, Mo Ran.
El menor abrió los ojos enormemente ante la propuesta de su antiguo maestro, de la sorpresa pasó a la vergüenza, volviendo su rostro completamente rojo para posteriormente morderse los labios tentado a soltar una risa entre nerviosa y burlona. Y cómo no! Nada más ni nada menos que el puro e inocente Chu WanNing le estaba pidiendo que se deje penetrar por él. Una parte de él quería aceptar directamente, estaba dispuesta a ponerse en cuatro y dejarse invadir por la persona que amaba, pero otra gran gran parte de él se cuestionaba su capacidad para soportar la unidad de su Shizun, pues sabe de primera mano que el tamaño del mayor no era para nada ordinaria, de hecho muchas veces se preguntaba cómo le podía caber toda en la boca. Quizás sólo tenía la garganta profunda, pero su parte trasera era otra cosa. Jamás se había preguntado cómo se sentía ser profanado, ni siquiera le habían introducido un dígito.
De solo pensarlo, su espina dorsal se llenó de frio, haciéndolo temblar en temor.
-S-si eso es lo que quieres...lo haré, Baobei-. Pero su voz temblaba cual hoja dentro de una fuerte ventisca. Chu WanNing notó esto y rió levemente "tú me sometes todo el tiempo y ahora tienes miedo de ser el que bese la almohada?" pensó muy para sus adentros, era de alguna manera divertido ver a Mo Ran en ese estado.
-No es necesario si no quieres, podemos seguir como hasta ahora-. El mayor suspiró otra vez mientras se levantaba con lentitud de la cama y buscaba su túnica interior para cubrirse del creciente frío pues el invierno se estaba acercando con evidente agresividad.
Estaba de espaldas a Mo Ran mientras se vestía y su cabello castaño y sedoso se esparcía por esta hasta la altura de sus glúteos redondeados y bien formados. Mo Ran tragó duro frente a las muy buenas vistas para luego levantarse también. Sin intención de cubrir su bien trabajado cuerpo atezado y duro.
Abrazó por la espalda a WanNing, dejando en evidencia la gran diferencia de altura entre ellos. Su rostro se ocultó en el cuello de este, sintiendo el tan familiar aroma a flores haitang que siempre caracterizaba al hombre vestido.
-Estoy seguro...quiero ser tuyo, WanNing-.
Bueno, aquí está el primer capítulo de esta loca historia. Conforme avance la trama, serán más largos (también depende de mis tiempos libres), pero en fin, espero que les guste :3
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𝓕𝓸𝓵𝓵𝓸𝔀𝓲𝓷𝓰 𝓸𝓾𝓻 𝓱𝓮𝓪𝓻𝓽𝓼 | Fanfiction Oc x RanWan
ФанфикChu WanNing nunca había estado con nadie antes de Mo Ran, nunca había siquiera pensado en un hombre o una mujer antes de Mo Ran. Luego de casi seis años de matrimonio con Mo Ran, Chu WanNing comienza a tener pensamientos involuntarios en su cabeza...