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El estilo de escritura de esta historia esta inspirada en 'Una rosa sobrenatural'
No sabia donde estaba. solo sabia que algo espec...
''Alexa... podrías dejar de hacer eso...'' Menciono Onyx incomoda por lo que esta actualmente mirando.
Una Alexandria algo ¿roja? y abrazando fuertemente una bola gigante de metal... mejor dicho un gran bloque blanco plateado gigante.
Por no decir que esa cosa media como una casa de dos pisos.
''¡C-Cállate Onyx! ¿¡Acaso no miras la belleza de esta cosa!?'' Exclamo algo enojada Alexandria, pues ella puede observar como esa cosa no tenia ningún otro mineral que no fuera el Tungsteno, además de ser extremadamente puro.
Para otros puede parecer simplemente un trozo gigante de metal pulido, pero para ella era una completa belleza de la naturaleza.
Por no decir que esta misma se las dio ahora mismo para que se fueran...
Además ignoremos un poquito los otros cubos de otros colores.
''¡Ahora! ¡Denme un pedazo de su energia condensado! ¡Ya!'' Grito Alexandria algo alterada y con una sonrisa en su rostro.
Cosa que a Índigo pudo gustarle un poco, pero a Onyx y a Ruby las exalto un poco, pues digamos que ocurren cosas raras cuando Alexandria hace eso.
Entonces simplemente le dieron un poco de energia condensada, que curiosamente era de diferentes colores.
El de Ruby era de un color rojo, casi llegando a rosa.
El de Índigo era una combinación de violeta y verde.
El de Onyx era de color gris opaco.
Y extrañamente la energia de Alexandria era una cosa negra amorfa con líneas blancas.
Poco después, Alexandria tomo rapidamente todas las energías y las empezó a juntar en una sola, cosa que no funciono muy bien por que esa cosa parecía una bomba de tiempo.
Cosa que Alexandria arreglo con al menos dos litros de su sangre...
básicamente su sangre era como un papel en blanco.
''Alexa.... ¿Estas bien?'' Pregunto Índigo ante esa muestra de mutilación.
Ante esta pregunta Alexandria con una piel aun mas pálida de la que tenia no le respondió, solo la miro y le dijo...
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Después de eso se fue tranquilamente mientras sus muñecas aun sangraban, transportando los bloques gigantes de materiales para construir el maldito camino de regreso.
Solo que después de algunos segundos los bloques dejaron de flotar y cayeron al piso al igual que Alexandria.
Cosa que alarmo a Índigo apareciendo frente a ella en menos de un segundo y escuchar susurrar a Alexandria.
''Ta madre... Debo recordar que no tengo sangre infinita...'' Susurro mientras estaba de cara contra el piso.
