La casa de los Davis
La casa no era muy grande, tenía dos plantas, la baja y la primera. Cuando los Davis entraron a la casa se toparon con las escaleras hacia el piso de arriba. A la derecha había una habitación con un sofá y unos pocos muebles, podría utilizarse como salón. A la izquierda estaba la cocina. Con una mesa como encimera y sillas.
Lilith entró a la casa con un suspiro pesado. Cuando se adentró a su nuevo hogar lo único en lo que se fijó fue el olor fuerte a madera y pintura, como si hubieras pintado la casa no hace mucho.
-Pensaba que iba a ser peor...- Susurró su padre a su hija mientras a ambos se les escapaba una sonrisa cómplice.
-¿Qué murmurais tanto?- Preguntó su madre mirando a ambos con los ojos entrecerrados.
El señor Davis se encogió de hombros y se le escapó una risilla.
Aquel señor era un señor corpulento y bastante alto. Tenía el pelo marrón con unos pequeños rizos rebeldes que le caían por la cara. Tenía un semblante serio, y más con sus ojos azules como el océano. Era bastante bello para muchas mujeres.
La señora Davis no se quedaba atrás. Mujer con buen cuerpo, alta, rubia, y ojos color caramelo bastante coquetos. También parecía bastante seria, pero en realidad era muy amable y risueña.
La pequeña Lilith también era bastante alta, un poco más de lo normal para tener 16 años. Tenía el pelo marrón con unos pequeños reflejos rubios. Sus ojos eran un tono verde medio amarillento.
-Mamá,¿ podemos subir al piso de arriba?- Preguntó Lilith aburrida.
La madre asintió y se dirigieron hacia arriba. Mientras subían le vinieron recuerdos de su antigua casa, una pequeña casa a las afueras de su antigua ciudad, era acogedora. También recordó las noches de verano las cuales sus amigos iban a su casa a ver películas hasta tarde.
Llegaron al piso de arriba, había un pequeño pasillo. Había una pequeña habitación a la derecha de las escaleras, esa iba a ser la habitación de Lilith ya que era más pequeña que la que había al final del pasillo. Delante de la habitación más grande, la cual seria de sus padres, había un baño que sería para la hija de los Davis.
Entraron a la habitación de Lilith y parecía más grande que el exterior. Había una pequeña ventana a la izquierda de la habitación con vistas a la calle y un poco de playa que había a lo lejos.
Los adultos salieron de la habitación bastante contentos, más la mujer, ya que el cuarto que tenía su hija era bastante grande y acogedor. Lilith se quedó en su cuarto, dándole un vistazo más. Viendo el suelo, paredes, techo, la ventana... Tenía que calcular donde iban a ir casa una de sus cosas, y eso le llevaría tiempo.
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TE AMO COMO AMO LA PINTURA
Romance¿Qué pasaría si dos adolescentes totalmente opuestos se conocen? A ella le gusta leer. A él no. A él le encanta el deporte. A ella no. A ella le gusta el silencio. A él no. A él le gusta la aventura. A ella no. Pero había algo que amaban ambos...la...
