Acuario

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Entonces un día llegó a lo que era emocionante, como se puede ver todos estaban muy ilusionados de ir a un lugar en específico. La idea que nos dió unos turistas era magnífico todo a lo que estaba caminando junto a todos: Bachira, Chigiri, Reo... Más personas.

- ¡VAAMOS! ¡IR MÁS RÁPIDO! -pude escuchar gritos por parte de un niño pequeño algo ruidoso por lo que solté un suspiro riéndome- ¡QUIERO VER A DELFINES! -siguió hablando con su tono alegre de todo y sonriendo ampliamente.

- Tranquilo que ya en cinco minutos llegamos al Acuario que tanto quieres ver. -le informaba al cabellos bicolores y observaba a los demás un poco más atrás hablando, pero también con los móviles en la mano.

- Nagi, guarda el móvil y camina más rápido. -escuché que Reo le estaba regañando al albino porque andaba más despacio que todos nosotros ya que supuestamente tenía pereza de ir tan rápido.

- Que fastidio... Déjame... -le respondió al peli morado por lo que yo suspiraba- Reo, llévame a espaldas... -también le dijo al chico abriendo sus brazos.

- Ya llegamos, venga unos esfuerzos más. -dije yo subiendo las escaleras para entrar al lugar que era lo principio la recepción para agarrar las entradas ya pagadas hace poco- Comenzar por donde queráis. Hay tres inicios.

Todos asintieron y como ya podéis adivinar primero alguien salió corriendo dejándonos atrás por lo que di un suspiro para comenzar a seguirle por detrás sin remedios.

- ¡Bachira! ¡No tengas tantas prisas! -mis palabras fueron en vano porque el contrario ya estaba empanado chocando su cara contra un cristal observando algunos peces dorados a lo que me acerqué a este para observar lo mismo.

- ¡Isagi! ¡Son muy bonitos! -miré de reojos al chico pudiendo ver brillos de emoción por lo que me sacó una sonrisa de lo tierno que podía llegar a ser este contrario- ¡Vayamos a ver más!

Ahora caminábamos tranquilamente observando a todo nuestro alrededor que habían peces variantes por todos lados hasta que entramos a una especie de túnel que estaba todo de cristal, podían pasar los marinos por debajo o por arriba.

- ¡¿Has visto?! ¡Un tiburón martillo! -gritó el chico pudiendo llamar la atención de otras personas que también estaban por aquí a lo que solo sonreí nerviosamente mientras observaba la cosa que mencionó el ojimiel- ¡Es tope grande! ¡Que chulo!

Ahora mismo a mi vista parecía un niño pequeño que veía por primera vez a estos animales marinos por lo que me sacaba una sonrisa sincera, me quedaba mirando por minutos al chico encantada de ver lo feliz que estaba.

- Hombre, Isagi, Bachira. -levanté mi mirada pudiendo ver en como nos habíamos cruzado con Chigiri y Rensuke por lo que sonreí- Buenas, buenas. -saludé también pero Bachira solo continuaba viendo a los peces.

- Si nos hemos cruzado significa que los otros dos también deberían de estar por aquí... -dijo el pelirrojo pensativo- Irán más lentos entonces. -sacó después una conclusión por lo que asentimos.

- Hablando del rey de Roma. -dijo el pelinaranja observando como los dos que faltaban estaba viniendo por otro lado sanos y salvos.

- ¡¿Y Bachira?! -pregunté preocupado al ver que uno no estaba a lo que solté un suspiro viendo en como se dirigía hacia otro lado- ¡Hablar vosotros! ¡Ya nos veremos en la salida! -avisé corriendo hacia el chico que se alejaba.

Lo último que escuché de los demás fueron unas risas y ya nos habíamos alejado de todos. Alcanzando al contrario le agarré de la mano para descansar un poco.

- Oh, Isagi. -respiraba agitadamente mientras intentaba recuperar el aliento que me hacía falta- Por allá está la zona de los delfines. -me comento todo sonriente como un niño pequeño.

- Bachira, te vas a perder solo, te conozco bastante bien. -me reincorpore para que el contrario solo sonreía llevándome lentamente hacia la zona que le ilusionaba bastante.

Llegando a la zona apreté con ligereza la mano del contrario mientras estábamos parados al frente del cristal. Los delfines venían y parecían estar sonriendo hacia nosotros por lo que miré de reojos al contrario comprendiendo el porqué le agradaba tanto los delfines. Eran tan bonitos y libres como este mismo, alegres, agradando la compañía.

Este momento me estaba haciendo sentir algo más agradable, lo que tenía era paz y tranquilidad. El ambiente se podía notar algo cálida.

- ¿A qué son bonitos? -me preguntó el contrario echando su mirada en mi por lo que seguí observando a través del cristal asintiendo lo que decía- Como tú. -le respondí haciendo contacto visual con este contrario sonriendo ligeramente.

El chico se aclaró la garganta para toser disimuladamente mientras yo podía notar un rubor entre sus mejillas a lo que me reí y el frunció el ceño mientras me daba un leve golpe.

- Vámonos, se está haciendo tarde. -sonreía mientras íbamos yendo a la salida yo estirando un poco de la mano del contrario por lo que al final pudimos ver que los demás ya estaban allí esperándonos con el atardecer.

- Que casualidad que la parejita sean los últimos que salieron. -dijo Reo soltando una sonrisa mientras cruzaba sus brazos a lo que Bachira no dijo nada al respecto.

- Fuimos a ver por último los delfines, nada nuevo. -dije evitando el tema mientras todos íbamos caminando para  hotel nuevamente.

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875 palabras<3

Comienzan los vacaciones y estaré más activa, esta semana tengo horario de clase aún. Gracias por los apoyos.

Secretos (Bachira x Isagi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora